Epílogo : Bye-Bye Yestarday.

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La letra la había escrito Jiro, la composición fue tarea de Kaminari. Hacer que Yaoyarozou y Tokoyami aprendieran como tocar la canción adecuadamente fue cosa de una semana y pedirles que guardarán el secreto todos los días. Convencer a Koda de tocar la batería —un talento sorprendente que el tímido muchacho había rebelado a su amiga azabache— fue una osadía que de verdad merecía algún premio.

Salir al escenario era lo último que quedaba.

La azabache miraba aterrada hacía el telón rojo bajo que tenía el auditorio, un efecto dramático que Nedzu les otorgó y que para su desgracia, no era suficiente para bloquear el sonido que venía del exterior. Las voces de muchas personas se escuchan, se sentía aterrada de solo imaginar a sus padres entre el público pero aún así, seguía de pie en el escenario.

Un leve golpecito en su hombro la asustó y al girar la cabeza, noto los ojos dorados de su amigo y su sonrisa confiada, aquella que a veces odiaba y admiraba al mismo tiempo. Aunque al notar como sus manos temblaban ligeramente al sostener la guitarra, puedo comprender que ella no era la única nerviosa.

Su amigo también lo estaba pero a diferencia de ella que no sabía hacer nada más que enfrascarse en sus miedos, él iba a sonreírle y brindarle ánimos.

— ¿Mí diosa está lista para tocar con estos humildes seguidores? —bromeo el de ojos dorados y la azabache se sintió increíblemente tranquila con la familiaridad que se sentía aquello —Solo tienes que imaginar que estamos en nuestro templo y cantar, Jiro. Lo harás estupendo.

—Llamar a ese salón olvidado "templo" es una injusticia —bufo la de ojos ónix pero luego agrego en un susurro —Gracias, Kaminari. Por...todo. Incluyendo esto.

Denki solo sonrió en respuesta. No era necesario entrar en detalles del inesperado agradecimiento, después de todo, aunque fue Kyoka la de la idea de una canción para la graduación —quería hacer algo especial para el primer grupo de personas con las cuales se sintió cómoda de ser ella misma— el que la motivo a llevarla a cabo fue el rubio. Así que el "gracias" no era solo por darle el coraje de estar de pie sobre el escenario, sino que también era por el hecho de haber estado simplemente a su lado y ser su amigo.

—Kyoka-san, Kaminari-san, ya es hora —anunció Momo —Yamada-sensei va a subir el telón.

El rubio y la más baja asintieron, yendo hasta sus posiciones en el escenario. El robusto muchacho en la batería se veía nervioso y el azabache con el bajo estaba repitiendo la melodía para no olvidarla. Cuando el telón rojo empezó a subir, la de ojos ónix fue hasta su amigo con el micrófono en mano y se lo extendió, él le dio una mirada confundida por sus acciones.

—No hay nadie mejor que tú para dar una presentación —susurro la femenina —Aún no he olvidado la del primer año donde casi quede sorda al inicio.

El de ojos dorados se sintió nostálgico ante ese recuerdo que ahora sentía tan lejano, de él y sus hermanos sobre ese mismo escenario, cantando My Blood para demostrar su vínculo y unión. Antes de que telón terminará de subirse por completo, tomo el micrófono y pensó bien en que decir hasta que el telón desapareció.

En las primeras filas, estaban los profesores, Aizawa se veía realmente sorprendido de ver a sus estudiantes sobre el escenario y el rubio se sintió agradecido con que el director guardará también su secreto. En las segundas filas, estaban los alumnos de tercer año que miraban curiosos e intrigados hacia ellos, entre esos estudiantes estaban sus hermanos mayores que se veían muy confundidos y Shinsou quien solo le sonrió a la distancia. En las terceras filas, estaban los padres y demás familiares, desde esa distancia era difícil distinguir a alguien pero el menor se hizo la idea de que su abuela debía estar observándolo muy atentamente.

Quiero conocerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora