Capitulo 57: El pobre corderito cae en manos de una mujer malvada.

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Aria, que no estaba avergonzada por el resplandor de los ojos a su alrededor, se rió tranquilamente y se levantó de su asiento para acercarse a ellos, que aún eran jóvenes.

—Ha pasado mucho tiempo, Cain, mi hermano y ... Sr. Oscar.

Su reverencia fue tan gentil y elegante que una vez más las palabras fueron bloqueadas fuera de la mente de los hombres. Cuando vio que el rostro de Mielle palidecía junto a ellos, Aria luchó por resistir el impulso de ridiculizarla.

—Bueno, ¿cometí un error ...?

Cuando Aria preguntó eso a los que no habían respondido a pesar de que ella les había dicho hola, Oscar, quien recuperó el sentido, finalmente respondió. Cain todavía parecía incapaz de adaptarse al cambio de apariencia de Aria.

—Perdóname por mi rudeza. No te he visto en mucho tiempo.

—¿Perdón? No digas una palabra así.

Oscar volvió los ojos directamente después de saludar. Al darse cuenta de que su visión regresaba lentamente a ella, Aria se dio cuenta de que no era porque no quisiera verla o porque la odiaba por lo que no había respondido.

No pudo evitarlo porque los ojos de la gente se posaron sobre ella naturalmente. Aria expresó sus sentimientos con una sonrisa fresca cuando sintió que había arruinado el cumpleaños de Mielle a pesar de que no había actuado como estaba planeado.

—¿Estás enfermo, hermano?

Cain seguía mirando en silencio a la Aria cambiada. Incluso después de que ella lo señaló dos veces, él no pensó en corregir su comportamiento, solo miró a Aria más intensamente.

—… ¿Hermano?

Fue solo entonces que Cain respondió con un rápido parpadeo. Pero en lugar de saludar a su hermanastra, con quien se reencontraría después de mucho tiempo, se volvió para mirar hacia el otro lado y respondió brevemente, —No.

Aria sonrió torpemente ante esto.

¿No es como un niño? Cuando se trata de la edad de una mujer, ahora es un adulto, entonces, ¿por qué vuelve la cara, demasiado asustado para dar una respuesta adecuada?

En el pasado, ella le había tenido miedo. Ella se había rendido y había dejado que él le quitara la vida ... Pensando en eso, incluso ahora, no era gracioso.

Solo la melodía proveniente de los instrumentos de cuerda llenó el silencioso salón, por lo que Aria bajó la mirada. Ella bajó las cejas con tristeza y se mordió los labios rosados. Ahora no era el momento de insultar a Mielle. Había un hombre allí que le daría un tormento mayor que un simple insulto.

—Oh, no creo que este lugar sea para mí ... Así que subiré.

Aria, con su expresión miserable y los hombros encorvados, se veía muy lamentable.

Oscar, que olvidó cuándo y dónde estaba, se acercó a ella. Sin embargo, su mano regresó rápidamente a su lugar después de que ella se inclinara apresuradamente y desapareciera. En el pasillo que Aria había dejado, Cain, Oscar y Mielle permanecieron en silencio, diferentes emociones arremolinándose dentro de ellos.

*****

Aria no volvió a su habitación. Su destino era el jardín interior del segundo piso. El lugar estaba abierto a los invitados, por lo que estaba completamente decorado, pero no había nadie porque el centro de la fiesta de hoy, Mielle, no salió del primer piso.

Aria disfrutó de los refrescos que Jessie trajo con el reloj de arena sobre la mesa, preguntándose si Oscar aparecería allí o no. A juzgar por su larga experiencia de haber jugado con hombres en las palmas de sus manos, los ojos y la disposición de Oscar evidenciaron sus buenos sentimientos hacia ella.

La villana retrocede el reloj de arena ⏳ (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora