PRESENTELos olores de varios alfas y omegas se mezclaban en el ambiente, algunos buscando con quién pasar la noche, otros festejaban un nuevo logro, como Harry, que había logrado concluir la carrera con honores.
Y algunos otros cerraban tratos oscuros.
Harry estaba más sobrio que sus ex compañeros de universidad. Acababa de recibirse como abogado, después de cinco años sin dormir, estudiando día y noche con el sueño de sacar adelante a su madre y a su hermana Stella, sentía que les debía todo desde que su padre los abandonó por su culpa.
—Harold —llamó una omega llamada Amelia, colgándose del brazo del rizado—, acompáñame a la barra, necesitamos otro trago para seguir celebrando.
Harry solo atinó a reír y a acompañar a su amiga a la barra, donde dos hombres estaban sentados, hablando muy discretamente, mientras un alfa detrás de ellos cuidaba el perímetro. Harry los ignoró, pues debía cuidar que Amelia no cayera de rodillas al suelo de lo ebria que estaba.
Cuando de repente, un beta tiró por accidente su bebida encima de uno de los hombres que estaban hablando tranquilamente, provocando que el de detrás se pusiera alerta y el chico empapado mirara al pobre beta, con la furia tiñendo su rostro, de no ser por todos los olores que los rodeaban, juraría que apestaba a enojo.
—¿Sabes cuánto cuesta esta camisa, imbécil? —preguntó con una voz chillona, el beta levantó los hombros—, Liam...— llamó el chico, y Harry, como chismoso que es, se quedó cerca para observar la pelea.
El alfa castaño se acercó al beta, pero este no retrocedió, en cambio, dió un paso para adelante en señal de defensa, no se dejaría intimidar.
—Te pido que te retires de aquí, no me obligues a sacarte por la fuerza— dijo el tal Liam, con voz profunda. El beta ni se inmutó.
—El problema no es contigo, amigo, es con este niño rico que piensa que puede hablarme así por mojar su ropita de marca, aunque tengas todo el dinero del mundo no tienes derecho a subirme el tono— escupió hacia el hombre empapado y el alfa se acercó más.
Ambos hombres se enfrentaron, dispuestos a empezar una pelea en mitad del bar, y de un negocio importante. Antes de que empezaran con los golpes, y al ver que el beta podía meterse en más problemas de los que quisiera, Harry intervino.
—Ahh... ¿Por qué no nos calmamos? —pidió, suficientemente alto como para que lo escucharan, Liam lo miró con una ceja alzada—, ¿para qué empezar una pelea aquí si la estamos pasando bien?
—El problema no es contigo, niño, ahora quítate del camino para poner a este alfa imbécil en su lugar.
Y antes de que el beta quitara al rizado de un empujón, este lo apartó con un puñetazo directo al ojo, que lo dejó noqueado en el piso y sin muchas posibilidades de devolverle el golpe. Con el pasar de los años tuvo que aprender a defenderse de alfas que pensaban que por ser omega no podría defenderse, que podían hacer lo que quisieran con él.
—Buen golpe —dijo el chico con la playera empapada, Harry lo volteó a ver, con el rostro rojo de la vergüenza, pues todos los ojos de alrededor estaban puestos en él— ¿cómo te llamas, niño maravilla?
—Harry— respondió sonriendo un poco ante el nombre, pero aún algo tímido mientras movía su mano tratando de deshacerse del dolor que le había causado el impacto.
—Harry, mucho gusto, soy el señor Malik, pero puedes llamarme Zayn por el momento —le extendió la mano, la cual Harry estrechó al instante—. Dime, Harry, ¿sabes pelear?
—Un poco— contestó, intentando mantenerle la mirada al que ahora sabía, se llamaba Zayn.
—¿Y no estás interesado en trabajar como guardaespaldas? Te mandaríamos a un curso todo pagado, y déjame decirte que el sueldo es bastante generoso— propuso y Harry alzó ambas cejas en señal de sorpresa. Aparentemente, golpear a un pobre hombre el día de su graduación le había dado trabajo.
Un sueldo generoso, eso es lo que Harry necesitaba. Su madre se había quedado sin trabajo hacía unas semanas, y con el sueldo de Stella no alcanzaría. Zayn al parecer vió que tenía bastantes dudas, así que de su maletín sacó una tarjeta y se la tendió.
—Si te convence, llámame— dijo con una enorme sonrisa antes de abandonar el lugar, con Liam siguiéndolo muy de cerca.
Harry leyó la tarjeta varias veces antes de guardarla en el bolsillo trasero de sus jeans negros. Zayn Malik.
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A la mañana siguiente, la resaca lo atacó menos agresivamente de lo que esperaba, y estuvo como una hora mirando la tarjeta blanca que el extraño en el bar le dio, con la oportunidad de sacar adelante a su familia. ¿Debía llamar? ¿O ignorar aquella oferta?
Era un omega, y aunque no parecía uno, su dulce olor a frutas con canela lo delataba, y en ese tipo de trabajos lo que buscaban era a alfas fuertes o a betas con mucha masa muscular y habilidades para pelear, pero sabía perfectamente que después de pasar su último año de universidad en el gimnasio todos los días para demostrarle a todos que no debían meterse con él nunca más sería sencillo tomar una dosis controlada de supresores y pasar como si fuera un beta, no podía ser tan malo, ¿o si?
Finalmente, el pensamiento de su madre y hermana pasando hambre y a penas llegando a fin de mes le llegó a la mente, causando un escalofrío en su columna y ayudándole a decidirse por llamar a aquel desconocido de ojos avellana.
El despacho de Zayn estaba sorprendentemente callado, sus compañeros estaban fuera de la casa y sólo podía escuchar el suave ronroneo de su alfa al tenerlo en sus brazos, hasta que el teléfono sonó, interrumpiendo su precioso tiempo con su pareja.
—¿Zayn Malik, en qué puedo ayudarle?— contestó de mala gana, hasta que escuchó a la tímida voz detrás del teléfono. El niño maravilla.
—Ahmm... buenos días, habla Harry... Styles, soy el chico del bar, y hablaba por el...
-HARRY —gritó Zayn con alegría–, qué gusto me da escucharte, ¿te decidiste al fin por mi oferta de anoche?
–Si... voy a tomarla— anunció, un poco más seguro.
—Perfecto, dime dónde podemos reunirnos para tu entrevista.
Y después de pasarle la dirección de un pequeño parque cerca de su hogar y concretar que ahí se verían a las dos de la tarde, colgaron, un Harry nervioso y un Zayn bastante satisfecho por reclutar a más gente.
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Gracias por leer el capítulo, lxs amamos con todo nuestro corazón, esperamos que les haya gustado y nos vemos la siguiente semana para el capítulo 4, que es uno de nuestros favoritos hasta ahora por cierto.
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-Iv y Van
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Icarus Rose |1D| [Omegaverse]
Fanfic"Permíteme contarte una historia... Hace mucho tiempo, a un hombre llamado Ícaro, se le concedieron alas de cera para escapar de un laberinto en el que estaba atrapado. Se le advirtió que no volara muy alto, puesto que las alas no resistirían, ¿pero...