Icarus Rose |1D| [Omegaverse]

𝑷. 𝑰𝑰: 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒅𝒐𝒔

El lunes por la mañana las maletas fueron empacadas y los guardaespaldas los subieron en el maletero del auto mientras Harry y Louis desayunaban con Jane. Le aseguraron que volverían en cuanto pudiesen y que solo debía llamar si deseaba ir a visitarlos y un auto la recogería.

—Nos vemos luego, Jane —se despidió Louis dejando un beso en la mejilla de la omega y la abrazó.

—Nos vemos, querido, gracias por venir a visitarme —le dedicó una sonrisa y el alfa se la devolvió. Harry caminó hacía su madre y la envolvió en un cariñoso abrazo—, mi pequeño Harry, cuídate por favor y no hagas nada que ponga tu vida en riesgo.

—Claro que no mamá, todos vamos a estar bien ahora —, besó a su madre y se separó de ella—. Nos vemos luego, llámame si necesitas algo y vendré lo más rápido que pueda.

Ambos subieron al auto y el rizado no pudo evitar derramar una lágrima por su madre, ahora que Stella iba a estar trabajando en los laboratorios de la casa su mamá estaría sola todo el tiempo y eso le partía el alma, aunque no podía evitar tener el venenoso recuerdo de su padre y la forma en que la había abandonado por seguir en una estúpida mafia.

Casi cuatro horas después el auto se detuvo frente a la casa de Icarus Rose y la pareja bajó del mismo con las piernas algo entumecidas, habían tardado media hora más de lo normal debido a todo el tráfico que había, pero estaban felices de regresar a casa finalmente. Al entrar fueron recibidos por los brazos de Bárbara, quien acompañó a Harry hasta su habitación para ayudarlo a desempacar sus maletas, que en realidad iban llenas de las cosas que el omega había comprado en el mercado.

Mientras tanto Louis se dirigió hasta la oficina de Zayn para finalmente regresar al trabajo como era debido, ya no había festividades ni inconvenientes que les impidieran regresar a la normalidad, sin embargo, mientras caminaba se topó con aquellos ojos marrones, Zayn lucía molesto y a juzgar por la expresión de los guardias en el pasillo el alfa supo que había problemas.

—Hasta que regresas, hay demasiadas cosas que hacer y ustedes dos se van como si nada— su voz era tosca, algo no muy común en el omega.

—Yo también te extrañé, hermano— Zayn dejó salir un suspiro cansado y se acercó al alfa para darle un abrazo.

—Lo siento, es solo que hay demasiadas cosas que hacer y este fin de semana fue una montaña rusa de emociones— explicó una vez se separaron y Louis puso su mano sobre el hombro del omega para darle un suave apretón para reconfortarlo.

—¿Qué sucedió? No escuchamos de ustedes, pudieron habernos dicho que regresáramos para que les ayudara con el trabajo.

—No es eso, es solo que... —una pequeña sonrisa apareció en su rostro y puso su mano sobre su abdomen, el alfa vigiló sus movimientos con atención y lo miró a los ojos nuevamente—, tendremos gemelos —la sorpresa inundó el rostro de Louis y se lazo para abrazarlo efusivamente.

—¡No puedo creerlo! —exclamó feliz—, que buena noticia, Zayn, estoy muy feliz por ustedes, no puedo esperar a que nazcan.

—Gracias, pero esa es la única buena noticia que tengo para ti —su rostro serio volvió a aparecer—, tenemos que hacer muchas cosas, bueno, tienes que hacer muchas cosas. Primero que nada necesito que revises la cantidad de mercancía que enviaremos a América y que pongas a Niall a empezar con los trámites para el vuelo, también necesito que vayas calculando las ganancias estimadas y el valor monetario de lo que enviaremos— el alfa cerró los ojos y suspiró.

—¿Algo más?

—Sí, también necesito que calcules la cantidad de dinero que le enviaremos al señor Mendes cada... —el omega guardó silencio al observar que Shawn había aparecido, el alfa miró hacia atrás y el rizado notó que lo miraban—, Mendes, ¿explorando la mansión? —preguntó con un tono más alegre y Shawn se acercó a ellos.