Icarus Rose |1D| [Omegaverse]

𝑷. 𝑰𝑰: 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒐𝒄𝒉𝒐

El sol parecía brillar más aquella mañana, el personal de la mansión se había despertado temprano para empezar a prepararse para lo que sería la gran noche; Harry había entrado a la habitación de la pareja a las seis en punto de la mañana, vistiendo una bata rosa de seda y un gorro de dormir para que los tubos que colocó en su cabello se quedara en su lugar durante la noche, ya que había pasado más de dos horas arreglandolo antes de dormir.

—Es hora de levantarse —anunció melodiosamente mientras abría las cortinas de la habitación—, Niall, te vas a salir de aquí y no quiero volver a verte el resto del día, porque no debes de ver al novio antes de la boda, es de mala suerte y eso es lo que menos necesitamos en este día tan especial, así que mueve tu trasero y levántate —el rizado empezó a mover las cobijas de la cama para que el rubio se levantara, pero este en un movimiento rápido las sujetó con fuerza y lo miró con pánico en sus ojos—. Suelta las cobijas Niall, no me hagas levantarte a patadas —amenazó con una voz un poco más seria y jaló nuevamente las cobijas, pero Niall lo hizo con más fuerza y Harry cayó sobre él.

—Ouch —se quejó Niall con voz ronca mientras cerraba los ojos con fuerza, Harry se levantó lo más rápido que pudo y lo miró molesto—. Solamente porque estás embarazado, sino te juro que...

—Levántate —ordenó y cruzó los brazos sobre su pecho mientras empezaba a mover su pie en el suelo.

—¿Puedo ponerme ropa al menos? ¿O quieres que me vaya caminando desnudo por toda la casa?... A mí no me molesta en lo absoluto, pero estoy seguro de que Zayn va a poner el grito en el cielo si me llega a ver—los ojos de Harry se abrieron con sorpresa y llevó su mirada a las prendas que estaban regadas por todo el suelo, luego miró el bulto al lado del rubio. Shawn apenas empezaba a despertarse, pero cuando notó la presencia de Harry se cubrió por completo con las cobijas, estaba apenado de que el ojiverde lo encontrará en esa situación de nuevo.

—Te doy cinco minutos para que te vayas o voy a decirle a un guardia que te cargue hasta la sala —empezó a caminar a la puerta pero se giró una vez más—. Y no me va a importar si tienes ropa puesta o no —dicho eso salió de la habitación y cerró la puerta con un portazo.

—Este será un largo día —suspiró Niall y se levantó.

La casa estaba casi vacía, todo el personal se había dirigido a la ubicación en dónde la boda se llevaría a cabo, y tan solo algunas omegas se encontraban preparando el desayuno en la cocina, otras más planchaban la ropa que usarían todos por la noche, aquel día el ambiente en el lugar era más relajado y aunque algunos estaban estresados por que todo saliera bien, la mayoría simplemente estaba feliz de saber que el señor Horan por fin se casaría.

Niall había sido escoltado por dos guardias que tenían órdenes estrictas, dadas por Harry, de no dejar que Niall subiera las escaleras bajo ninguna circunstancia, mientras que él se había dado la tarea de ser uno de los mejores padrinos de la boda y ayudar a Shawn a prepararse.  Se había ofrecido incluso a organizar las mesas, estaba muy emocionado por esa boda, era la primera a la que asistía y por ser la de su mejor amigo quería que todo saliera perfecto.

—Harry, ¿puedes ayudarme con los guardias más tarde? Es cuestión de cinco minutos, solo quiero asegurarme de que todo está en orden — pidió Liam entrando a la oficina de Harry, vestía una pantalonera y una camiseta de su alfa, sonrió y asintió.

—Claro, ¿puedes hablarle a Lou? Dile que nuestro cachorro y yo ya lo extrañamos — pidió con un pequeño puchero y Liam asintió, cerrando la puerta con una pequeña sonrisa para después soltar pequeños insultos dirigidos al guardia que se suponía debía estar ayudandolo en ese momento pero no encontraba por ninguna parte.