Icarus Rose |1D| [Omegaverse]

𝐏. 𝐈: 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐧𝐮𝐞𝐯𝐞

El calor del verano había comenzado, habían dejado de ir al internado solamente por el período vacacional y los chicos no perderían ninguna oportunidad que tenían de salir a jugar en el jardín.

—Yo cuento Li, tú ve a esconderte— dijo Zayn con alegría, el alfa sonrió y salió corriendo al patio trasero.

En la casa había muchos lugares en los que podían ocultarse, pero no tenían permitido jugar adentro ya que había objetos antiguos que tenían mucho valor monetario y sentimental, y el señor Malik había amenazado a los chicos sobre qué les pasaría si alguno de esos objetos se rompía.

—¡Listo o no, aquí voy!— gritó el pequeño omega y comenzó a buscar.

Sabía perfectamente cómo encontrar a Liam, solo debía concentrarse en su aroma y sabría a dónde ir. Cerró sus ojos y se dejó guiar por aquel olor a café que tanto adoraba.

Caminó entre el enorme campo de rosas blancas sintiéndose cada vez más cerca, y luego de unos minutos alcanzó a ver la figura de Liam sentado entre las rosas, y una sonrisa apareció en su rostro. Rodeó el lugar para llegar por atrás y sorprender a su alfa, una vez llegó rodeo su cuello con sus brazos y beso su mejilla.

—Te encontré— exclamó en voz baja haciendo reír a Liam, quien se dio la vuelta y besó a Zayn con cariño.

—Pensé que nunca llegarías— ambos rieron y el omega se sentó sobre su regazo ocultando su rostro en el cuello de Liam. Respiró profundamente y pudo captar otro aroma.

—Hueles a rosas— Liam sonrió.

—Bueno, estamos en medio de cientos de rosas, por supuesto que huelo a eso— Zayn inhaló nuevamente y negó con su cabeza.

—Siempre supe que olías a café, pero también hueles a rosas —besó su cuello y se separó para mirarlo a los ojos—, sabes, eso será bueno para cuando estemos lejos de casa, así siempre me sentiré en mi hogar cuando estés conmigo.

El alfa sonrió ampliamente y beso al omega sintiendo como su corazón latía con fuerza.

—Te amo— dijo en medio del beso. En su interior sabía que aún no comprendía del todo el significado de aquellas palabras, pero de lo que no tenía duda era de que Zayn era su omega, su alma gemela.

—Vamos Niall, quiero ir a pasear a Clifford antes de que tengamos que ir a cenar— se quejó Louis mientras esperaba a que Niall saliera del baño.

—Ya voy, espera— gritó del otro lado de la puerta. Louis suspiró con impaciencia y acarició la cabeza del cachorro.

Cuando la puerta se abrió finalmente ambos alfas salieron al patio ante la atenta mirada de los guardias que protegían la casa. Ambos comenzaron a caminar por la enorme propiedad, el cachorro se detenía en cada arbusto para olfatearlo y Niall corría de un lado a otro. Se adentraron entre las hermosas rosas blancas y Louis comenzó a regañar a Niall ya que quería arrancar una de ellas para dársela a Bárbara.

—Niall, dejá eso, papá va a castigarnos si ve que arrancaste una rosa— el rubio sacó su lengua como respuesta y se alejó un poco del castaño.

—Shh... nos van a escuchar, guarda silencio —susurro una voz entre los rosales.

—Niall— llamó en voz baja, el rubio lo miró con el ceño fruncido.

—¿Qué quieres? —Louis rodó los ojos y se acercó a él sin hacer ruido.

—¿Escuchaste eso? —la confusión reinaba en el rostro del menor mientras miraba a todas partes—, hay alguien aquí.

—Oye... no, si nos escuchan vamos a meternos en problemas— susurró aquella voz de nuevo y ambos alfas se miraron.

—No puede ser, un intruso —exclamó en voz baja el rubio—, debemos proteger la casa de esta amenaza, Lou.

Observó a ambos lados y juntó sus manos fingiendo que estas eran un arma, Louis imitó su acción y juntaron sus espaldas.

—Tenemos que proteger a nuestra familia —comentó siguiendo el juego de Niall—, tú ve por ese lado y yo iré por éste, atrapa a los intrusos.

Los chicos se separaron, y caminaron entre los enormes rosales en búsqueda de aquella voz. Los guardias que vigilaban el área observaron con curiosidad a los niños que caminaban sospechosos, pero los ignoraron sabiendo que se trataba de algún juego tonto.

—¡Arriba las manos!— gritó Niall luego de saltar atrapando a aquel intruso que buscaba, apuntó sus manos al frente y sus ojos no podían creer lo que había frente a él.

—Cierra la boca, no queremos que nos encuentren— dijo Zayn en voz baja aún con sus manos en el aire. Sus labios estaban rojos e hinchados debido a los besos que Liam le había dado.

—¡LOUIS! —Gritó con todas sus fuerzas llamando al alfa—, ¡LOUIS, LOS ENCONTRÉ!

—¡Niall, cállate!— ordenó Liam, pero el rubio no le prestó atención.

—Ni, ¿qué pasa? ¿En dónde... —dijo preocupado Louis cuando llegó, apuntó sus manos a Zayn y Liam aún jugando pero de un golpe Niall hizo que las bajara—, ¡Auch! ¿Qué te pasa?

—¡Déjate de juegos tontos, Louis! —el alfa lo miró ofendido—, ¡No es momento para andar con niñerías! ¡Te lo dije! ¡Te lo dije! —canto alegre mientras saltaba. Los ojos de Louis se fijaron en Zayn y Liam y finalmente entendió lo que sucedía. Soltó la correa del cachorro y llevó su mano a su boca con sorpresa.

—¡No puede ser! —gritó.

—¿Qué ustedes no entienden lo que es cerrar la boca? Son unos alfas tontos— habló Zayn y se puso de pie, sabiendo perfectamente que los chicos habían matado el momento, estiró su mano para ayudar a Liam a levantarse y él la tomó.

—¿Todo en orden? Escuchamos gritos— preguntó uno de los guardias asomándose a la escena. Todos lo miraron con sorpresa y rieron.

—No, es que encontramos a Zayn y a Liam dándose unos...

—¡Golpes!— gritó Liam interrumpiendo las palabras del rubio, quien lo miró con el ceño fruncido.

—Estábamos jugando a los policías y ladrones— mintió el omega con una enorme sonrisa en su rostro para ocultar culpabilidad. El guardia rodó los ojos y suspiro.

—Solo guarden silencio y vayan a limpiarse para la cena, al señor Malik no le gusta que cenen sin asearse antes— dicho eso se dió la vuelta y caminó hasta donde estaba antes.

—Son unos tontos— dijo con molestia Zayn y caminó hasta la casa.

—¿Ven lo que provocan? Ahora Zayn va a estar enojado todo el día y no va a querer jugar conmigo— se quejó Liam y persiguió a Zayn. Niall bufó y miró a Louis.

—A jugar, ¡JA! —se burló—, nadie les va a creer eso —Louis rodó los ojos y caminó hasta la casa, sintiendo al pequeño Niall seguirlo mientras gritaba que lo esperara.