𝑃. 𝐼: 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜

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PRESENTE

Traté de vestirme lo más apropiado para la entrevista, no sabía a qué se dedicaba exactamente Zayn, pero a juzgar por su ropa, sabía que tenía que ponerme uno de mis trajes. Recogí mi cabello para verme un poco más profesional, lo había dejado crecer desde que terminé con Sebastian. Finalmente salí de mi habitación.

Mi mamá estaba en la cocina preparando algo de comer, sabía perfectamente que decirle que tenía una entrevista de trabajo para ser un guardaespaldas de un hombre que encontré en un bar no era lo más adecuado, así que debía hacer algún plan, tal vez podía decirle que sería su asesor legal o que trabajaría en una firma de abogados... O podía decirle que iría a una simple entrevista, tomando en cuenta que necesitamos dinero dudo que mi mamá cuestione mis palabras.

Entré en la cocina y me senté al lado de Stella, quién estaba leyendo un libro de misterio y asesinatos, usualmente le gustaba pasar sus ratos libres leyendo sobre personas resolviendo casos de homicidios, por eso decidió estudiar química, quería trabajar en un laboratorio forense.

—Vaya, ¿a dónde vas?— me preguntó Stella dejando su libro de lado.

—Tengo una entrevista— mi mamá se acercó a nosotros con una sonrisa en su rostro.

—¿Enserio? —asentí—, estoy orgullosa de tí mi pequeño cachorro, siempre han sido un orgullo para mí— besó mi mejilla y la de Stella.

—¿Sobre qué es la entrevista?— ambas me miraron curiosas, si bien mentir no era mi fuerte, debía hacerlo. Mi mamá siempre quiso que tuviera una buena carrera en la que ganara bien, y cuando le dije que había conseguido una beca para entrar a Cambridge su rostro se iluminó de alegría, no pude decirle que eso no era algo que me llamara demasiado la atención, más que nada porque las personas buscan alfas para que sean abogados, ya que por naturaleza son capaces de defender a su cliente y aunque no me gusta vivir bajo las "normas" que la sociedad nos ha inculcado, el resto del mundo lo hace y siempre dudé que conseguiría trabajo.

Pero aquí estoy a punto de ir a una entrevista para ser guardaespaldas de un alfa.

—Es con un hombre de negocios, lo ví cuando iba saliendo de la universidad el otro día y me preguntó si estaba buscando trabajo— respondí tratando de verme lo más calmado posible.

—Pues te deseamos suerte, cariño, sé que lo harás de maravilla— comentó mi mamá antes de regresar a lo que estaba haciendo. Miré a Stella quien tomó su libro de nuevo y regresó a su lectura.

—Muy bien, nos vemos más tarde entonces— me puse de pie y deposité un beso en la mejilla de mi mamá y acaricié el hombro de Stella antes de salir.

Caminé hasta la dirección que le había dado a Zayn y esperé por él unos minutos. El parque estaba casi vacío, solo había unos cuantos ancianos paseando a sus mascotas.

Mis manos sudaban, había tomado mis supresores antes de salir para evitar que mis feromonas emanaran de mí. Desde que era pequeño supe que tenía un aroma distinto a los omegas, yo olía un poco más dulce que las amigas de mi mamá y todos los niños con los que fuí a la escuela, cuando mi padre se fué de la casa mi mamá optó por que fuera a una escuela solo para omegas, y ahí aprendí muchas cosas sobre el cómo ser omega y ser hombre había sido considerado como algo negativo, usualmente trataban a los omegas como juguetes para los alfas más poderosos, pero yo no era así.

Mientras crecía me di cuenta de que los alfas a mi alrededor se acercaban a mi por mi aroma, y supe que era algo que no podía evitar, y no fue hasta que fui mayor que me dí cuenta de la existencia de los supresores. Consulté a muchos doctores especialistas en omegas para saber la razón por la que mi aroma era tan intenso, pero ninguno encontró una respuesta, pero todos eran alfas, por supuesto que no encontrarían una respuesta para que mi aroma fuera más suave si podían olerme y acercarse a mi cuando quisieran. Finalmente un médico me dijo que había supresores un poco más fuertes, no eran tan costosos y harían que mi aroma fuera más suave, casi inexistente a decir verdad; al principio fue complicado ajustarme al cambio de hormonas y a no tener celos tan seguido, pero con el tiempo todo mejoró, los alfas no se me acercaban y yo ya no me sentía como un juguete para ellos.

Icarus Rose |1D| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora