Icarus Rose |1D| [Omegaverse]

𝑷. 𝑰𝑰: 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒔𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒖𝒏𝒐

Parte 3: Un final.

Cumpliré la promesa, omega, ya lo verás, se repetía el alfa mientras corría por las escaleras de la casa, sus ojos estaban rojos y llenos de lágrimas, ¿cómo había pasado todo eso? ¿Cómo era posible que alguien entrara en su casa? ¿Cómo era posible que algo como eso pasara de nuevo?

¿Cómo era posible que pasara bajo su cuidado?

El alfa corrió hasta llegar al cuarto de juegos y golpeó la puerta con fuerza, ni siquiera le importaba el estúpido protocolo de golpear tres veces, él solo quería ver que sus pequeños estuvieran bien.

—¡Abran, soy yo! —dijo en voz alta el castaño y la  puerta no tardó demasiado en abrirse.

Sus dos cachorros corrieron hasta él como pudieron y se abrazaron de sus piernas, sus ojos estaban llorosos al igual que los del alfa pues podían sentir la tensión en su padre; Shawn se encontraba detrás de ellos con River en los brazos, sudor frío caía por su frente y su respiración estaba agitada, no podía sentir a Niall y eso le preocupaba.

—¿Qué está pasando, Liam? —preguntó mientras veía como el alfa cargaba a sus hijos.

—Alguien entró en la casa, debemos irnos lo antes posible —dijo rápidamente.

—¿Crees que no sabemos eso ya? —interrumpió Harry llamando la atención del alfa, pues no había visto que estaba ahí.

Llevó su mirada hasta la puerta secreta que estaba abierta detrás de Harry y frunció el ceño, luego miró como las luces parpadeaban lentamente, no se había dado cuenta de que todo eso en realidad estaba pasando, no era una pesadilla más.

—¿En dónde demonios estabas, Harry? —preguntó algo molesto.

—Estaba con Louis cuando alguien tocó la puerta, de inmediato nos dimos cuenta que no estaba siguiendo el protocolo y Louis me dijo que me fuera de ahí y huyera con ustedes —explicó rápidamente el omega mientras tomaba a River en sus brazos para que Shawn pudiera descansar.

—¿Sabes quién era? —preguntó Liam.

Harry bajó la mirada y tomó aire tratando de armarse de valor.

—Era su padre biológico —el gestó de Liam cambió por completo, estaba sorprendido, y aunque no le temía a Mark Tomlinson, sabía perfectamente que ese bastardo tenía demasiados contactos que estaban más que dispuestos a derrotar a Icarus Rose solo por avaricia.

—Debemos irnos ahora mismo —un escalofrío recorrió la espalda de ambos omegas al escuchar la voz tensa del alfa.

Liam jamás se comportaba de esa forma, pero temía que la vida de su omega estuviese en riesgo y se sentía inutil al no poder ir a ayudarlo. Su alfa interior le pedía a gritos que corriera y asesinara a cualquiera que se interpusiera entre él y su omega, pero su lado racional lo obligaba a quedarse ahí para cuidar de su familia. Salvaría a Zayn, por supuesto que lo haría, pero todo a su debido tiempo.