Icarus Rose |1D| [Omegaverse]

𝑷. 𝑰: 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒆

Luego de la partida de Jane las cosas se alejaban de haber regresado a la normalidad, los intentos de Louis por acercarse a Harry para cortejarlo aumentaban cada vez más. Todas las mañanas le regalaba una de las rosas blancas del jardín y lo invitaba a desayunar con él, algunas veces era fuera de la casa y otras en el jardín, su habilitación se había convertido en una para ambos y, aunque Harry le insistía en regresar a su propia habitación, Louis decía que no iba a poder protegerlo si no estaba con él... además de que se había acostumbrado a abrazarlo cada noche mientras respiraba su hermoso aroma a frutas y canela que salía de sus cortos rizos.

Aquella mañana sería la primera en la que Harry conseguiría estar a solas por unos minutos ya que Zayn le había ordenado al alfa ir a resolver un asunto relevante a su posición en la casa, habían recuperado una carga de botellitas de esencia de alfa que habían sido robadas y Louis debía asegurarse de que el dinero, como la carga, llegarán a salvo a casa.

—¿Y Niall? Él nunca hace nada, ¿no se supone que esta es la clase de cosas a las que él debería ir? —se quejó el ojiazul mientras daba vueltas por toda la oficina del omega.

—Niall tiene que hacer un viaje y tiene que prepararse, y antes de que digas algo sobre Liam, él también está ocupado porque va a organizar un entrenamiento para los de seguridad— explicó Zayn desde su asiento, Louis suspiró y se detuvo bajando su mirada al suelo.

—Bien, solo... cuida a Harry, no quiero que...

—Sí, ya sé, ya sé, no quieres que algo malo le pase, lo sé Lou, ¿Crees que yo sí? —interrumpió. Louis negó con la cabeza y se acercó a Zayn para darle un abrazo.

—Es solo que no me he separado de él desde que regresó, y tengo miedo de que le hagan algo— Zayn acarició la espalda del alfa y sonrió.

—Lo voy a tener en mi oficina todo el día, no te preocupes— Ambos se separaron y con una suave sonrisa se despidieron.

Zayn se volvió a sentar, debía organizar algunos papeles de trabajo atrasado que había evitado, pero tenía un fuerte dolor en la parte baja de su abdomen que no lo dejaba concentrarse. Mientras más miraba las pequeñas letras en las hojas su mente más daba vueltas, tenía náuseas.

Presionó uno de los botones de su teléfono y una voz conocida respondió.

—¿Qué pasa, amor? —preguntó Liam desde el otro lado de la línea. Pero inmediatamente pudo sentir por medio del vínculo que Zayn no estaba bien.

—¿Podrías llamar a Harry? Y a... Bárbara, necesito un té o algo.

—¿Te sientes mal? ¿Necesitas que vaya contigo? Puedo dejar todo esto e ir a...

—No —negó y cerró los ojos—, tenemos muchas cosas que hacer y las hemos estado retrasando por demasiado tiempo, tú solo dile a alguien que llame a Harry y a Barbara.

Liam aceptó aunque no quisiera, las palabras de Zayn eran correctas, ahora estaban más ocupados que nunca, tanto que ni siquiera tenía tiempo de atender las necesidades de su omega, y eso le partía el alma.

No pasaron más de dos minutos para cuando Bárbara llegó a la oficina de Zayn con una bandeja plateada en la que habían varias pastillas y dos tazas de té, le dijo que debía de relajarse por unas horas y que probablemente dormir sería la mejor opción para sanar sus dolencias, pero Zayn se negó, Bárbara sabía que el omega era un terco, por lo que le diría a Harry que tratará de convencerlo de descansar.

—¿Me llamaste? ¿Estas bien? —preguntó el rizado al abrir la puerta, Zayn levantó su cabeza del escritorio y le indicó que pasara—, Zayn, te ves terrible, ¿necesitas un doctor?