𝑷. 𝑰: 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒆𝒄𝒊𝒔𝒆𝒊𝒔

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Más de diez autos lujosos condujeron por las oscuras calles de Londres, ninguno se ocultaba, se daban a conocer imponiendo cada gota de poder que tenían en ellos. Las luces de las casas permanecían apagadas y ninguna persona tenía el valor suficiente como para salir, incluso la misma guardia real había desaparecido.

Llegaron al lugar uno por uno para seguir una estrategia que Liam había planeado, se separarían en todo el perímetro del hotel para cubrir cada entrada y salida. Louis iba en el primer vehículo acompañado de Niall y Liam, detuvieron el auto justo frente a la entrada, Louis quería que supieran que había llegado, quería que supieran que no le tenían miedo a unos bastardos que pensaban que tenían el poder siendo que la misma realeza le temía a Icarus Rose.

Les iba a enseñar que se metieron con el alfa equivocado.

—Ya sabemos que hacer, vamos a separarnos para abarcar más territorio, la prioridad es encontrar a Harry —inició Niall—, tú vas al último piso, y todos partimos de ahí.

—Vamos a atrapar a Killian aunque sea mi última voluntad —prometió Louis sin ningún rastro de piedad en sus ojos.

Todos asintieron y bajaron del auto.

Vamos por tí Harry.

Harry

El enojo era lo único que me mantenía bien en aquella cama, Edmund se había ido por unos minutos solo para ir por una bandeja nueva de comida, aunque no pensaba aceptar nada de él, ¿acaso pensaba que me interesaba su historia? Por supuesto que no, se había ido y había roto el corazón de mi madre, sin mencionar que nos había dejado a Stella y a mi con traumas. Lo odiaba con todo mi ser.

—¿Entonces estás con el señor Tomlinson? —preguntó con voz suave y bufé.

—No— acercó un vaso de agua a mi boca y bebí a regañadientes, estaba sediento de tanto llorar y no me había dado cuenta de lo seca que estaba mi garganta.

—¿Entonces por qué todos dicen que eres su omega? —observó mi cuello en busca de alguna marca y frunció el ceño al no encontrarla.

—No lo soy, pero tampoco tengo que darte explicaciones de nada— se levantó de la cama y dejó las cosas sobre una bandeja plateada.

Decir que me sentía incómodo era muy poco, estar casi desnudo frente al hombre que alguna vez fue tu padre mientras esperas a que alguien llegue en cualquier momento para lastimarte no es nada agradable, aunque saber que Louis estaba buscándome me daba esperanzas.

—¿Vendrán por tí? —preguntó desde la puerta. Sonreí y lo miré con desprecio.

—Sí lo hacen espero que tú seas el primero con el que se encuentre Louis —en su mirada había sorpresa y nostalgia, abrió la puerta y antes de que saliera hablé de nuevo—. Y dile que eres mi padre, me encantaría saber qué piensa sobre ti— fingí una enorme sonrisa y salió de la habitación, dejándome solo de nuevo.

Si no venían a buscarme, tenía que empezar a ver la forma de escapar. Estaba en el último piso, solo sabía eso porque por la ventana se alcanzaban a ver los techos de las casas alrededor de la ciudad, así que debía descartar el saltar por la ventana. Fácilmente podía golpear a Edmund y escapar de él, pues ya era viejo y probablemente débil, pero no sabía si otros alfas estaban afuera de la habitación, y sin mi arma no iba a salir vivo.

La puerta se volvió a abrir, era un enorme alfa de al menos unos cuarenta años. Vestía un traje negro y tenía una cicatriz en el rostro, a su lado entró un hombre más joven, probablemente tenía unos veintiocho años, él vestía un traje más elegante, también era color negro pero el saco tenía un diseño que le daba textura a la prenda. En sus manos portaba varios anillos, en los que destacaba uno en particular, pertenecía a una mafia.

Icarus Rose |1D| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora