𝑷. 𝑰: 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒅𝒐𝒔

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El avión aterrizó en la ciudad de Nueva York por la mañana, Niall iba rodeado de al menos cinco guardaespaldas que Liam había insistido lo acompañarán, sabían que nadie se atrevería a hacerle algo después de la muerte de Killian, pero no estaba de más mantener la seguridad. Pasaría todo un mes tratando de solucionar los problemas que habían aparecido con la mafia de Calder, debía asegurarse de que todos supieran quién estaba al mando ahora, además de hacer un inventario de toda la mercancía, hacer una lista de todas las propiedades que pertenecían a los Calder y asegurarse de que todo el territorio que ahora estaba bajo el mando de Icarus Rose estuviera en contacto con la casa en Londres.

Lo más difícil siempre era sacar a las familias de sus hogares, pero era cuestión de honor y no podía cambiar las reglas que ya estaban establecidas; se dirigió hasta la gran casa Calder, debía hablar con la esposa de Killian, si es que ella seguía con vida, y la enviaría a alguna propiedad más pequeña o tal vez la ayudaría a salir adelante con otra identidad, todo dependía de cómo viera la situación. Condujeron por alrededor de dos horas debido al tráfico de la gran ciudad, no era la primera vez que Niall iba a Nueva York, pero si era la primera vez que iba por negocios tan grandes, aunque lo que mantenía su mente despejada era saber que podría disfrutar de la deliciosa comida de la ciudad.

—Llegamos señor Horan— habló el alfa que iba tras el volante, el auto se detuvo frente a una hermosa propiedad, era enorme, considerando que la mayoría de las casas en Nueva York eran pequeñas, el rubio asintió y otro alfa que lo acompañaba bajó del auto para después abrirle la puerta.

—¿Qué hacen aquí? No tienen permitido el acceso— habló un hombre, uno de los alfas sacó su arma y le disparó evitando llamar mucho la atención. Caminaron hasta la puerta de la casa y tocaron el timbre. Niall iba en medio de los hombres, dos detrás de él y dos al frente, mientras que el conductor se había quedado en el auto en caso de que una salida de emergencia fuera necesaria.

La puerta se abrió después de unos segundos, una omega de edad avanzada se heló al ver a los alfas, sabiendo perfectamente lo que estaba a punto de suceder, y sin decir palabra alguna se hizo a un lado y los dejó entrar. Niall mantuvo su mirada fija al frente, vestía uno de sus trajes favoritos color rosa pálido y una camiseta blanca, siempre le gustaba usar trajes de colores llamativos ya que decía que iban con su personalidad.

—Llamaré a la señora Calder— dijo la omega y salió del lugar. Los alfas observaron el perímetro para asegurarse de que todo estuviera en orden, el personal de la casa evitaba hacer contacto visual con el rubio, quien observaba con calma las decoraciones que le daban vida a la habitación. Una omega apareció frente a ellos, vestía un corto vestido negro y tenía cabello rubio, era bastante bonita.

—Buen día caballeros, ¿los puedo ayudar en algo? —preguntó una vez estaba frente a ellos, su mirada se fijó en Niall quien le sonrió de costado.

—¿Es usted la esposa de Killian Calder? —la expresión de la mujer cambió al escuchar el nombre de su difunto esposo, gesto que respondió la pregunta de Niall—, me gustaría hablar con usted sobre el futuro de este lugar, soy el señor Horan, una de las tres cabezas de Icarus Rose.

El miedo inundó la mente de la mujer, pero asintió y le indicó a Niall que pasarán a una de las oficinas de la casa para que pudieran tener un conversación más privada. Ambos entraron al igual que uno de los guardaespaldas del rubio, y una vez la puerta estaba cerrada iniciaron la conversación.

—Ustedes son los que asesinaron a Killian, ¿cierto? —Niall sonrió y asintió.

—Los Calder siempre han sido un grano en el culo para nosotros, dudo que no haya escuchado la grandiosa historia de la muerte del padre de Killian y mi padre, el señor Malik hace por lo menos diez años— la omega ladeó la cabeza y frunció el ceño.

Icarus Rose |1D| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora