𝑷. 𝑰𝑰: 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆

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El cielo de Londres estaba bastante nublado, y Harry lo observaba desde la ventana de su habitación, estaba aburrido, apenas salía de la casa al jardín porque Louis lo cuidaba todo el tiempo, siempre procuraba que estuviera cómodo y tuviera todos sus antojos siempre que los pedía, le daba masajes en sus pies y lo abrazaba toda la noche con sus manos firmes en su vientre, lo hacía sentirse amado, no podía evitar compararlo con aquel embarazo pasado, que sin saberlo lo pasó entre gritos y drogas, ahora, a pesar de que su abdomen seguía plano, su alfa besaba debajo de su ombligo y podía pasar horas diciendo lo mucho que los amaba a Harry y al cachorro, a veces incluso llegaba con su teléfono en la mano emocionado porque había encontrado algún tip para padres primerizos, habían implementado a su rutina caminar un poco por el bosque porque el alfa había visto que eso era bueno para un embarazo saludable.

Y eso apenas era el inicio, pues todavía tenía siete meses por delante de embarazo, más toda una vida siendo padres. Ese día tenían su primer ultrasonido y estaban bastante nerviosos.

—¿Tienes suficiente ropa cómoda? — preguntó el alfa y Harry lo miró confundido — Estoy leyendo un artículo sobre cómo cuidar a un omega embarazado y dice que debes usar ropa cómoda, ¿y si te mimo lo suficiente?

Harry rió ante la insistencia de su pareja, pero terminó por asentir, se acercó a él y se recostó a su lado, dejando que las manos del ojiazul se fueran directo a su vientre.

—El resto de la tarde la voy a dedicar a darle besitos a mis ositos, ¿qué te parece eso? Siento que no los he mimado lo suficiente — concluyó el alfa y empezó a repartir besos por todo el rostro del omega.

Harry estaba feliz, sentía todo el amor que desbordaba el alfa a través del lazo, toda la felicidad que sentía al saber que sería padre, de repente eso puso triste a Harry, ¿qué pasaría si llega a perder ese embarazo también? Al parecer Louis sintió eso, pues se detuvo abruptamente de su tarea de dejar besos en el rostro de Harry y lo miró intensamente.

—¿Por qué estás triste, amor? ¿Ya no quieres besitos? — preguntó suavemente, aún sabiendo cuál era la respuesta. Pegó al omega a su pecho.

—¿Qué pasaría si pierdo este embarazo también? — interrogó y Louis empezó a acariciar sus rizos, tranquilo.

—¿Por qué preguntas eso?

—Curiosidad — contestó simple.

—Bueno, pues creo que la respuesta es obvia, cariño, porque te seguiría amando pase lo que pase, eres mi omega, y siempre mi mayor prioridad va a ser tu bienestar y felicidad — dijo y dejó un beso en su frente.

—Pero tú quieres a este cachorro, puedo sentir la ilusión que te hace ser padre — musitó Harry.

—Por supuesto que sí, ¿puedes imaginar a un cachorro de ambos corriendo por toda la casa junto a los gemelos? Tal vez con tus rizos, mis ojos, tus hoyuelos y mis pómulos, o al revés, con mi cabello y tus ojos. Claro que me hace ilusión ser padre, Hazzie, pero me hace más ilusión pasar cualquier otra etapa de tu mano, junto a ti, siempre con ese olor tan característico tuyo, no quiero que te sientas mal si no logras hacerlo, yo te voy a amar pase lo que pase, ¿si?

Harry asintió y Louis los acomodó de tal manera que el omega estaba sobre él, con su rostro escondido en el hueco entre su cuello y las suaves sábanas de la cama, con sus piernas a ambos lados de su cintura y Louis acariciando desde su cabeza hasta su espalda baja, la habitación empezó a oler a calma, ninguno dijo nada después de eso, se quedaron dormidos sintiendo la calma que inundaba sus corazones.

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Horas más tarde una omega los despertó, avisando que el doctor ya había llegado para el ultrasonido, al igual que Anne ya estaba en casa, emocionada de ver a su primer nieto o nieta.

Icarus Rose |1D| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora