4. LA PRIMERA VEZ QUE LO VÍ.

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Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 76 Porque mirando yo por la ventana de mi casa,Por mi celosía,

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Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 7
6 Porque mirando yo por la ventana de mi casa,
Por mi celosía,



Viernes.

Por fin puedo descansar, tengo todo el fin de semana libre o bueno casi libre ya que tengo trabajos por entregar pendientes.

Estaba distraída pensando en ello mientras entraba en la universidad cuando paso lo que nunca debió pasar un mocoso, si un mocoso porque un universitario con los cinco sentidos no lo haría, paso empujandome y me tomo tan desprevenida que me tiro al suelo.

- acaso no tienes oj... - grite pero me calle al ver que seria en vano, ya iba lejos.

Sentí como las miradas se clavaban en mi y una que otra risita se escuchaba, esto ha sido lo mas embarazoso que me ha ocurrido.

Intente pararme, pero el dolor de mi tobillo me lo impidió.

«Oh no ahora solo falta que me halla torcido el tobillo»

-¿Estas bien? - una vos me saca de mis pensamientos.

Levanto mi cabeza y me encuentro con un chico rubio y ahora que lo recuerdo creo que se llama Ruder el capitán de fútbol.

- si, si eso creo - dije mientras hacia esfuerzo por pararme.

- me temo que os haz torcido el tobillo - dijo mirándome preocupado -permiteme ayudarte.

Y dicho esto me ayudo a levantar y me llevó a enfermería, ante la mirada atonita de todos o todas mejor dicho.

Quería bajarme de sus brazos ya que me sentía avergonzada, pero no pude hacerlo porque el tobillo me dolía mucho.

- y bien como te llamas? - preguntó mientras me ayudaba a sentar en la camilla.

- me llamo Emily - trate de sonreír en medio del dolor, pero pareció mas una mueca.

- soy Ruder - dijo tomando mi mano y sonriendo, parecía que no se cansaba de sonreír.

Tenia una dentadura perfecta, unos ojos verdes únicos, por lo visto era guapísimo, pero aun así no era mi tipo, no se porque pero no me simpatizaba aunque pareciera muy amable.

- supongo que debes de irte - dije en medio de la tensión que se formo en el ambiente.

-y... ¿Porque supones eso? -Preguntó con una sonrisa pícara.

- porque tu novia se enojara -respondí preocupada.

-¿Cual novia?. -frunció el ceño.

- la chica con la que andas. -respondí incómoda.

- ya terminamos - dijo tranquilamente.

«Y por eso me estaba echando el ojo, por lo visto es todo un mujeriego».

- uumm ya -contesté incomoda -pero tienes clases.

-¿Quieres que me vaya?

«Al fin entendió».

-no para nada, -finjo despreocupación -es solo que me sentiría culpable si pierdes alguna asignatura por estar aquí.

-bueno si tu lo dices, entonces me voy, te veré luego -me guiñó un ojo.

«Espero que no»

Ruder que sale e inmediatamente entro Leila

-¡Oh por Dios! -exclama -¿Que te a pasado? -preguntó mandando su mano a la boca, cómo si me hubiera ocurrido la peor desgracia.

- no es nada, solo me torci el tobillo. -respondí tranquilizandola.

En ese instante dentro la doctora.

- hola soy Keity, pero me podéis decir Key. -saludó mientras miraba mi tobillo.

- soy Emily -me presento mientras ella soba mi tobillo

«Oh Dios como duele».

Mis rostro se contrae por el dolor.

Minutos después.

Estoy saliendo de enfermería cojeando, prendida del brazo de Leila, al menos ahora puedo caminar.

-fue una gran cosa que Ruder te ayudara -comento Leila - que suerte tienes, es taaan guapo. -suspiró.

-no me interesa.

-no te entiendo -me mira confundida -a veces no se que pensar de ti.

-¿A que te refieres?. -preguntó.

- pues, es que estoy dudando en que si te gustan los hombres o no.

-¡Queee! -exclamo sorprendida.

-¿Te gustan las mujeres? -pregunta y me mira con cara de asco.

-no, obvio no, -me apresuro a responder -me gustan los hombres.

-entonces, ¿Por que no te as cuadrado a alguno de los chicos guapos que hay aquí?.

-porque no son mi tipo, y porque tampoco vine a eso, creo que ya te lo había explicado.

Todavía estaba hablando cuando lo vi.

Era un chico estupendamente guapo creo que en mi vida no había visto a alguien así, bueno si, pero solo en mis imaginaciones, me sobe los ojos por si estaba viendo visiones, pero el seguía ahí sentado en un salón .

-no, no, no, ni lo sueñes ni te hagas ilusiones -habla Leila sacandome de mi ensoñación.

-¿Por que?, ¿Tiene novia? -pregunto sin dejar de mirarlo.

- no, -responde -es homosexual.

«No puede ser».

-¡Homosexual! -repito fijando mi mirada en ella con los ojos bien abiertos.

-eso creo, nunca le he visto novia.

-¿Y novio? - preguntó asustada.

-tampoco.

-entonces no es gey - digo tranquila.

- pero jamas se fijara en ti -sentenció.

«Eso dolió».

- tampoco me interesa -dije desviando la mirada, aunque mi corazón decía otra cosa.

MI AMOR PLATONICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora