62. AMIGA O ENEMIGA?

46 11 13
                                    

Miro hacia todos lado a ver si de pronto alguien se digna a intervenir, pero a nadie le importa, todo mundo sigue con su trajín, indiferentes a mi situación.


Un señor que vende dulces, me mira cómo diciendo: eso es para que se fijé por donde va


Al ver que nadie hará nada y que ella esta decidida a abofetearme, cierro los ojos con fuerza para esperar el golpe.


«no debí de haber despachado a los escoltas»


Sigo esperando, pero el golpe nunca llega, abro mis ojos y veo que aquella joven, me mira con una mirada inquietante, siento que esta es la segunda vez que me miran de esa manera.


«es la misma mirada con la que me miraba el chico misterioso de la fiesta de Deimond »


Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo.


«porque me mira así? »


Poco a poco fue soltando su agarre en mi cabello, de pronto veo que su vista se nubla.


Me toma por los brazos y me ayuda a pararme.


-eres la chica J1 cierto? -me pregunta, mirándome fijamente -Emily?


No se si ser J1 sea bueno a malo en este momento, tampoco se como es que ella me conoce, pero me arriezgo y respondo.


-si, -digo en un hilo de voz, no se porque pero estoy temblando, tengo miedo, esta chica es intimidante -soy Emily.


No había terminado de decirlo, cuando me estrecho en sus brazos, parecía que iba a asfixiarme.


-oh Emily -dice entre lloro -que gusto conocerte, no sabes cuanto ansié verte.


Esto es raro, hace un momento quería dejarme sin dientes y ahora me esta abrazando, sinceramente no entiendo nada y no tengo ni idea de quien sea.


Luego de un rato, finalmente me suelta, mira a la bebe que hay en el coche y le dice.


-mira Isabel -la toma en brazos -ella es Emily.


-hola -le digo a la bebe con una media sonrisa sin entender ni mu.


En eso recuerdo que mi teléfono voló lejos, y me jiro a ver en donde cayó.


Esta como a dos metros, voy a levantarlo, cuando un sujetó ágilmente lo recoge sin darme tiempo de nada y sale corriendo.

MI AMOR PLATONICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora