99. REGALOS MISTERIOSOS O ADMIRADORAS MISTERIOSAS

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Senti que todo estaba acabado.


Senti morir.


Y no estaba exagerando, por un instante pongansen en mi lugar y experimentarán lo que se siente.


De repente deje de sentir las ratas, miro hacia todos lados y han desaparecido, las luces vuelven a ser blancas, y las paredes ya no tienen agujeros.


Finalmente aparece una puerta y se abre.


No me molesto en mirar quienes son los que entran, porque se quienes son.


Y los quiero matar, literalmente.


Ellos se paran a mi alrededor y me observan de manera divertida.


Como si lo que me hicieron fuera gracioso.


Siento como la sangre me hierve, de la rabia tan grande que tengo hacia ellos.


-Fabricio -me habla Deimond, al ver que no me he movido del suelo -no me digas que las ratas te comieron la lengua y además de ello te quitaron la movilidad -me dice a manera de chiste.


Los demás ríen al escuchar su comentario.


Yo no respondo, lo único que quiero es pararme de aquí, y golpearlos a todos.


-vamos -me dice Jason, moviéndome con un pie -parate, yo se que fue muy divertido, pero ya nos tenemos que ir.


«divertido »


«por poco me matan y que divertido »


Divertida será mi venganza, porque de que me las pagan, me las pagan.


-yo creó que necesita que le echemos un baldado de agua, para que reaccioné -opina Erick.


Ahora me doy cuenta de que lo odio.


-eso seria una buena idea -dice Deimond mirando a Erick -y unos huevos tampoco le sentarían mal.


Esto es el colmo.


Ya rebosaron mi copa.


-todavia no les basta desgraciados -les grito con rabia, poniéndome de pie -los voy a matar.

MI AMOR PLATONICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora