112. J1

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Días después.

Estoy relajada en mi apartamento, sonrió mientras revuelvo los espaguetis que estoy preparando.

No sonrió por los espaguetis sino por todo lo que ha pasado durante estos días.

Aunque no me lo crean ya puedo formar melodías en el piano, me siento orgullosa de mi misma, el hn Jak es un excelente profesor y tiene bastante paciencia y me siento muy feliz a su lado, si esto es solo por ratos, que será estar a su lado para toda la vida.

El solo hecho de pensarlo hace que se me escape un suspiro.

Todos estos días que he compartido con el me han dejado claro la respuesta que le daré a su pregunta:

Te gustaría orar conmigo para casarnos?.

La respuesta es:

Si.

Estoy segura de que el es el indicado, es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.

El es lindo, cariñoso, comprensible, amable, incluso tiene muy buen humor y todo lo que hace me cautiva más y más.

Que les puedo decir, estoy requete enamorada de él.

Nunca pensé que estar enamorado de la persona indicada fuera algo tan lindo.

Se siente paz, tranquilidad, se la pasa sonriendo todo el tiempo y suspirando cada vez que lo recuerda.

«Jak, me haces muy feliz»

Todo esto es muy lindo, pero hay un problema.

Un grande problema.

Mi madre aún no sabe nada.

He intentado por todos los medios para contactarla pero es imposible, no me contesta, me deja los mensajes en visto, no se que le pasa?.

Desde esa vez de la broma de los J5 se puso enfadadisima y peor aún cuando le giré los mil dólares.

Jak me dijo que no me preocupara por ello, que el estaba dispuesto a ir hasta mi casa a hablar con ella, pero la verdad es que yo quiero hacerlo primero.

Supongo que no me queda otra opción, tendré que viajar a Colombia.

De ninguna manera voy a orar con el hn Jak, sin que mi madre me halla dado su punto de vista.

Y la verdad es que tengo miedo de saber cuál será su respuesta, lo primero que me advirtió antes de venirme es que no me fuera a fijar en nadie, que los hombres no valían la pena.

Así que lo único que le ruego a Dios, es que no se lo vaya a tomar a mal.

Por cierto he estado hablando con Dios acerca de este sentimiento y hasta ahora no ha pasado nada que me confirme que no es su voluntad.

Todo a ido de maravilla, siempre supuse que al iniciar una relación habría oposiciones o antagonistas que se yo.

Después de preparar los espaguetis me siento en el sofá a ver una película romántica coreana, mientras disfruto de mi comida.

Estaba en la escena más importante de la película, en esa cuando el chico parece que por fin va a declararse y justo en ese instante, mi teléfono comienza a vibrar.

Eso sí que es molesto.

Lo tomo para descartar la llamada y seguir disfrutando mi película, pero al ver el remitente, cambio de parecer.

Es la hn Ximena.

-Dios la bendiga hn Ximena -digo al contestar.

-amén, hn Emily -responde -que gusto me da oírla, como has estado?

MI AMOR PLATONICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora