29. CUMPLEAÑOS FELIZ II

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Al escuchar las palabras de Deimond, sentí mi corazón salirse, estaba desesperado y apenas Deimond me dio la dirección, no dude en salir corriendo, fue tanta la angustia que sentía que olvide llamar a Fares para que me acompañara.

Lo único que me importaba era hallar a Jason con vida, ya he perdido a todos mis seres mas queridos, no quiero perderlo a el, Jason es como un hermano para mi y que Deimond me diga que se ha desangrado, no lo puedo sufrir.

Que hace que estuvo en la mansión, no puede ser que ahora este muerto?.

« Dios mio, porque lo hicieron? Acaso estoy condenado a perder a los seres que mas quiero? »

Mis manos sudan, se deslizan del volante, y yo conduzco como un desesperado.

Soy una persona que respeta las leyes de tránsito, aunque en otro tiempo vivía sin ley ahora me sujeto a ella, pero en este momento no se cuantos semáforos e pasado en rojo.

Ya casi llego a la dirección que me dio Deimond, le he estado llamando, pero no se porque rayos no me contesta, y eso hace que me angustie mas.

« Deimond, contesta »

Esta es la decima vez que le marco y no contesta y para colmo de males ha pasado a sistema, llamo a los otros chicos y tampoco contestan, sus teléfonos se pasan a sistema y eso hace que me angustie mas, no se que estará pasando en este momento, no se si sus agresores están ahí, y lo peor es: como se atrevieron a meterse con los J5?, si hasta donde yo tengo entendido somos intocables, que fue lo que paso?.

Por fin llegue al lugar, el transcurso del camino se me hizo largo pero ya estoy aquí, son las 11:30 de la noche.

Me bajo del auto al reconocer el auto de Jason, el cual se encuentra con las luces apagadas, miro para todos lados y no hay nadie, así que corro al auto de Jason, pero cuando ya voy a llegar, el auto se abre y sale Jason por el lado del conductor y Deimond por el lado del copiloto ambos traen armas en sus manos y me apuntan con ellas.

- no chicos - digo alzando las manos - no se atrevan, de lo contrario la van a pasar m....

No pude terminar de hablar porque ellos me dispararon.

Sentí como el agua congelada corría por mi cuerpo, pero mi sangre ardía, de la rabia tan terrible que sentía con ellos.

« no, ni un solo disparo mas »

Corro hacia ellos en medio de los disparos, y en menos de un segundo ya le había quitado el arma a Deimond y lo tenia en el suelo, poniéndole el pie, mientras me enfrentaba a Jason que no sesaba de dispararme.

Me concentre tanto, que no me di cuenta de que Fabricio y Erick habían llegado y me atacaron por la espalda.

- cumpleaños feliz - canta Fabricio, mientras Erick me empapa de harina.

« cumpleaños »

Increíble, me había olvidado totalmente de mi cumpleaños, generalmente me acuerdo porque mi abuela siempre llama a felicitarme, pero esta vez no lo ha hecho.

- que? - dice Jason, dándome palmadas en la espalda - no me digas que no te acordabas de tu cumpleaños.

Yo me quedo en silencio sin decir nada.

- ni porque te hablamos de los cumpleaños de Emy te acordaste - dice Fabricio.

Tampoco le contesto nada.

- sabemos que desde la muerte de tus padres, aborreciste tu cumpleaños - dice Deimond, saliéndose de mi agarre - pero aun así no podíamos pasarlo por alto.

Yo me quedo mirándolos.

- porque me hicieron esto? - preguntó - como se les ocurre bromear con la vida?

- lo sentimos Jak - dice Erick - pero era de la única manera que te haríamos salir.

- y además sabemos que odias que hagamos desorden en la mansión - dice Fabricio.

Yo niego con la cabeza, aunque estoy a punto de reírme, ellos no tienen la culpa de que yo me halla vuelto tan amargado, comienzo a caminar hacia mi auto.

- oye, - dice Fabricio - espera, todavía no te hemos dado el regalo.

- mira - dice Erick, tirandome una bolsa de café capuchino.

-veras - dice Fabricio - tu lo tienes todo, pero hoy cuando me dejaste solo con la niñera, alcance a mirar la alacena y vi que no había capuchino, así que lo nesecitabas.

Miro la bolsa de café y los miro a ellos.

- saben que? - digo mientras abro la puerta del auto - ustedes son un desastre.

Ellos empezaron a decirme un poco de cosas, pero no los escuche porque ya estaba adentro del coche, encendiendolo.

En el transcurso del camino, mi abuela llama.

- hola querido, feliz veinte años.

- gracias abue - le respondo.

- sabes que te voy a dar de regalo?

- no abue - digo mientras paro en un semáforo - y no tienes porque molestarte.

- claro que si - dice mi abuela - tu regalo será la cadena de almacenes de los ángeles, ah y por cierto ya encontré una nueva niñera.

- pero quien te dijo que la había despedido?

- ella, pero no te preocupes, si Dios quiere mañana a primera hora estará llegando.

- abue - digo con impaciencia - con todo respecto, pero no te parece que ya estoy grande para esas cosas?

- siempre seras mi bebé.- dijo Mandándome un beso y colgandome.

Fin de la narración

MI AMOR PLATONICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora