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¡Aléjate de Él!

—¡Es una emergencia!—paramédicos se mueven con rapidez, un hombre casi moribundo ha llegado al hospital central de Tokio.

—No pueden pasar, deben esperar.

—¡Pero es nuestro primo!

—Señorita no podemos perder tiempo, la vida de su primo pende de un hilo.

El médico se retira y la puerta de emergencia se cierra, Meiling llora de impotencia, a su lado está Eriol que la abraza.

Shaoran se había comunicado con ellos avisando que estaba en camino al departamento para luego salir a cenar. De eso habían pasado dos horas y él no llegaba.

Preocupados fueron al centro de salud a buscarlo, un médico del turno noche les aseguro que se había ido a su hora correspondiente. Llamaban a su celular pero no contestaba.

Alejado del centro de salud ven su auto, se acercan a ver si está ahí, tal vez se quedó dormido de tanto trabajo. Pero no estaba, solo vieron su maletín y bata blanca.

Meiling rodea el auto y al ver un cuerpo tirado e irreconocible, se asustó, en eso reconoce la ropa, era la misma que su primo llevaba esa mañana. La joven da un grito desgarrador.

Eriol se acerca y ve una escena de horror, Shaoran con el rostro golpeado e hinchado, su ropa sucia y con muchos golpes por todo el cuerpo. Pero lo peor fue un corte producto por una navaja a un lado del estómago. Al ver que estaba vivo pero con el pulso débil llaman inmediatamente a una ambulancia.

No quisieron ingresarlo en el centro de salud, habría muchos rumores, ellos se dieron cuenta de quién fue obra ese atentado a su primo.

Dos horas después el médico sale y los dos corren a abordarlo. Con el rostro cansado les avisa que está muy grave.

—Debemos esperar las siguientes cuarenta y ocho horas, está demasiado golpeado, los golpes comprometieron varios órganos. Aparte está con una fiebre muy elevada a causa de la herida punzocortante cerca al estómago.

Meiling da un grito ahogado y Eriol se pasa las manos por su cabello, eso es mucho más grave de lo que imaginaron. Intentaron matar a Shaoran.

—Disculpen pero¿Quién es Cerezo?

Ambos primos se miran, y suspiran. Hasta en su delirio la llama.

—Es..es una amiga doctor—contestó Mei—.¿Porqué?

—Insistentemente él la llama, les aconsejo que la busquen, sería bueno que esté acá para ayudarlo.

El médico se retira dejando a los dos primos sin saber qué hacer.

—¡Esa obsesión por ella le puede costar la vida!—explota Eriol.

—Sabemos muy bien que no es obsesión Eriol, él en verdad la ama—Mei camina dando vueltas, se sienta, se para pero no encuentra quedarse quieta—. Debemos traerla.

—¡Estás loca, por su culpa todos estamos en peligro ahora!

—¡Ella no es responsable de tener a un enfermo sexual acosandola!—explota—.¡Sabrá Dios qué le habrá hecho al llevarla a rastras con él!

Eriol intenta calmarse pero es inútil, el ver a su primo y mejor amigo entre la vida y la muerte, está perdiendo los estribos y desea golpear a alguien para desahogarse.

—Mei, esas mujeres saben a qué se meten al elegir esa vida, los peligros y cuánto acosador que se creen los dueños de ellas y de todas las mujeres—Eriol intenta calmarla—. Si está ahí es porque le gusta esa vida.

—¿Y si no es así?¿Si detrás de todo eso ella tiene una historia, si no le quedó otra opción? Debemos ponernos en su lugar, solo con verla estoy segura que su vida ha sido difícil y dura. Es menor de edad, se le ve tan joven.