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Un Cerezo Marchito

Sakura:

Un cumpleaños que acaba de terminar y de una manera agridulce, soy consciente que Shaoran no es nada mío, no somos una pareja, pero enterarme que otra mujer amaneció a su lado y lo que es peor tratarse de  la que me insulto en el hospital, es demasiado para mí.

Durante el tiempo de guardar mis cosas y dejar el hotel, Shaoran quiso explicarme cómo fueron las cosas, pero tenía una mezcla de sentimientos revueltos, desde los celos y el coraje, hasta la tristeza y la realidad.

Al final de cuentas ella es la indicada para él, es bella, un cuerpo envidiable, inteligente y su profesión va de la mano con la de él. Ese día que me insulto en el hospital me di cuenta que lo amaba, solo defendió su amor por él.

Si el maldito del papi lo hubiera matado no estaría de seguro ya en ese lugar, estuviera cautiva de él, o de seguro me hubiera matado. Llegamos a la Zona Rosa, desciendo del auto y él va tras de mí, deteniendo mi andar.

—Sakura por favor escúchame—lo miro a los ojos, muy dentro de mí me grita que le dé la oportunidad de hablar, de que todo lo vivido este tiempo es real y no es un espejismo—. Déjame explicarte todo.

—Es tarde y necesito descansar Shaoran, vete—me doy la vuelta y antes de irme me dice algo que me deja con el corazón latiendo.

—No hay nadie más para mí, cuando desees búscame, estaré esperando por tí.

Eso fue suficiente para correr a mi habitación y encerrarme, Amatista me tocó la puerta pero le pedí que me deje sola, necesitaba pensar, Shaoran no es un hombre como los demás.

Él es diferente.

Lo siento muy dentro de mí, al recordar cada que estoy en sus brazos mi cuerpo se calienta y mis mejillas se sonrojan. Él es único hombre que ha encontrado mis puntos débiles a la hora de tener relaciones. Él es el primero que me ha hecho llegar a mi primer orgasmo y cuando me tuvo a su merced, mi cuerpo correspondió con vehemencia y frenesí a todo ese torrente de pasión que ambos disfrutamos.

Miro la bella pulsera que me ha dado, es preciosa, la beso y la aprieto a mi pecho.¿ En qué momento fue que esto que siento por él sea tan molesto, tan fuerte, tan abrasador?

Me prometí a mi misma que jamás entregaría mi corazón a alguien, al entrar a este mundo él junto con mis emociones se escondieron muy al fondo de mi.

Nunca he escuchado la palabra te quiero, o una palabra de aliento que me ayude a salir adelante, toda mi vida desde que tengo uso de memoria fui maltratada, humillada y abusada.

Me acerco a mi cajón, dentro de él hay un pequeño cofre  color rosa, al abrirlo una bonita melodía se escucha junto con una pequeña muñequita bailando ballet, al verlo y oír esa melodía, por un momento olvidó los penas y me dejo llevar por mis sueños e ilusiones.

Saco lo único que tengo de la persona que me dió la vida; un medallón de plata en forma de corazón y al centro de él un árbol de cerezo.