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Siempre se Debe Confiar en el Karma.

Shaoran:

Aún estoy sin creer que sigo vivo, todo es una mezcla de sentimientos y emociones que me dan ganas de reír, de llorar y de gritar. Pero más porque ella está a mi lado.

Después de quitarme esas cintas de las manos y los pies, logro levantarme de la camilla y ayudo en el proceso a la mujer que amo, pero lo hacemos sin dejar de vernos.

Ella vuelve a llorar y está vez la abrazo con todo este amor que le tengo, no sé si habrá algún otro amor similar a este que yo siento por ella, pero si es así, esa pareja o persona debe ser muy afortunada.

—Mi Sakura—acaricio su rostro con tanto amor, ella se frota en mi mano tenerla así sigue siendo un sueño para mi—. Mi amor.

—Porque—la miro con sus lágrimas en los ojos—¡Por qué ibas a sacrificarte de esta manera¿No pensaste en cómo me quedaría? Iba a morir en vida, un ente viviente entre tanta gente, tú eres mi aire para vivir, el agua que me calma la sed.

—Nunca hubiera permitido que estés sometida en una cárcel, después que me encarcelaron empezaron a buscarte, querían saber dónde estabas, te hubieran hostigado y eso jamás hubiera podido soportarlo—tomo su rostro entre mis manos—¡Mírame, recuerda lo que te dije, que siempre te protegería de todo y de todos, jamás volverías a ser infeliz!

—¡Lo iba a hacer si tú hubieras...—vuelve a llorar y la lleno besos con tanta desesperación—¡Nunca más vuelvas a mentirme solo para protegerme Shaoran, soy tu mujer, y tengo que estar contigo en las buenas y en las malas, y si nos toca morir entonces, lo haremos juntos!

—Te lo juro—volvemos a besarnos y darnos tantos mimos y caricias que extrañamos en el instante que ella piso el avión a Inglaterra—. Te amo Sakura, te amo tanto.

—Yo también te amo, como te lo imaginas, no puedo vivir sin ti—sonrio y juntamos nuestras frentes.

Miramos al frente y tomados de las manos salimos de esa sala que será un mal recuerdo en mi vida, mi madre al verme corre a mis brazos y la cargo con mucho cariño, está temblando y temo que se enferme, verla demacrada es un dolor agudo en mi corazón. Tía Nadeshiko también corre a mis brazos y la cargo girando con ella, así como a Mei que lloro de rabia al pensar que esto iba a acabar así.

Toda mi familia me abraza y están aliviados en que no se ha cometido una injusticia. Veo a Kaito y a Nakuru que me salvaron la vida, los abrazo a los dos y ambos están con las emociones inestables, el juez que evitó mi ejecución nos espera en su despacho y con paso decidido es que vamos todos a verlo.

—Adelante—dice desde adentro, entro y al verme sonrie con amabilidad, Sakura está agarrada de mi mano y por nada del mundo pensamos soltarnos, tras de mí entran todos, desde mis primos hasta mis tíos—. Señor Li, antes que nada deseo pedirle una disculpa, no se hizo una investigación justa y solo se dejaron llevar por todo lo que se escuchó y claro de la gente que estuvo comprada para hundirlo.

—¿Que ha averiguado señor juez?—pregunto con tranquilidad pero en el fondo quiero tener al o los responsables por todo el daño hacia mi persona.

—Gracias al señor Tsukishiro, y la señora Akizuki que trabajaron en conjunto con el fbi es que lograron entrar a la casa del señor Yue Tsukishiro y encontrar todas las pruebas que lo han absuelto.

—¡¿Que está queriendo decir?!—tia Midori está con los ojos muy abiertos y la mirada pálida—¡Mi hijo no es el responsable!

—Lamentablemente señora el doctor Tsukishiro es el responsable de todo, incluso es dueño de la compañía Ferback la que estuvo involucrada en este caso y de ahí salieron las medicinas adulteradas.