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Señales

La tensión, el miedo y la ansiedad no son una buena combinación en ese momento, Nakuru está frente al hombre que alguna vez amó con todas sus fuerzas, a pesar de sentir todas esas cosas por nada del mundo las piensa demostrar, ese hombre no merece ningún tipo de sentimientos por parte de ella.

Yue ahora ve a una mujer diferente e interesante, reconoce que la Nakuru anterior no está más, cómo era posible que con solo haber visto la escena en su consultorio follando a la que dijo ser siempre su mejor amiga la haya cambiado para mal, porque así es como ahora la ve, al menos para su conveniencia.

—Así que ¿No soy el único cornudo en esta relación?—sus ojos entrecerrados y el aura asesina que emana está ahogando a Nakuru—. Ahora estamos solos, no tenemos que fingir más.

—Lo dirás por ti, yo no tengo porqué fingir nada—la risa seca de Yue está poniendo más enojada a Nakuru, este hombre es una porquería y hasta este momento se viene a dar cuenta—. Bien si tanto dices que nos saquemos las caretas entonces¿Qué quieres? para firmar los papeles y no tener nunca más nada que ver contigo.

La sonrisa siniestra y a la vez de burla hacen brillar los ojos de Yue, lentamente se acerca a ella, pero Nakuru por instinto retrocede, él sonríe con más amplitud, está Nakuru le gusta y no lo puede negar.

La respiración acelerada de ella está por querer traicionar su autocontrol pero no, su orgullo herido junto con su amor y sus años de haberle dedicado toda su atención están enderezando su valía y sin darse cuenta la está mostrando a Yue una mirada tan fría que él mismo se sorprende.

—Si así estamos, entonces—con rapidez tomó su brazo y la acerca a su cuerpo, Nakuru ante la escena no evita abrir los ojos por haber sido tan repentino esto, el aliento de Yue cae en su rostro—. Por tu libertad quiero las acciones del grupo HALO, para ti es sólo una pequeñez.

Le da un beso y la suelta dejándola pálida y en shock. Entonces este era su objetivo todo el tiempo, las malditas acciones que su padre le heredó en vida, ahora entiende tanto, sus atenciones, sus detalles y sus te amo mentirosos e hipócritas que le decía cuando eran novios. Una ira se arremolina en su interior que sin pensarlo levanta su mano y se lo estampa en todo su rostro dejando su blanca piel con la marca de los cinco dedos.

Yue por el impacto del golpe es que casi cae sentado, mira a Nakuru entre impactado y furioso, ella pasa saliva y unas lágrimas no evitan deslizarse por su rostro. Rápidamente Yue se abalanza sobre ella jalando sus cabellos con tanta fuerza que ella soporta para no gritar.

—¡Nunca en tu perra vida, me vas a volver levantar la mano, no se lo permito ni a mi madre!—masculló furioso—¡Por tu propio bienestar es mejor que cedas cariño, si no lo haces ese abogaducho tuyo puede sufrir un accidente o tal vez puede quedar lisiado para siempre!

Los ojos de Nakuru se abren de la impresión, este hombre es un demonio, si las cosas están así entonces hablará con Shaoran, es el único que puede ayudarla pero no piensa decirle sus planes a este infeliz, intenta soltarse pero es inútil.

—¡Suéltame o gritaré, sabrán que me estás lastimando!—Yue la suelta con brusquedad que casi cae al suelo si no se agarra del escritorio, sus miradas se encuentran y en ambas hay mucha ira—. Algún día te arrepentirás de ser una porquería de hombre.

—Mientras eso pasa, seré el accionista mayoritario de Halo gracias a la consideración de mi ex esposa al compartir sus acciones conmigo—la puerta se abre y las cuatro personas ingresan dejando a Nakuru con las ganas de contestarle a ese infeliz como se merece, no está dispuesta a dejarse mandar de él y mucho menos ceder a sus exigencias.

—Bien señores, queremos saber si hay una posibilidad que su matrimonio sea salvable—el juez sentado en su escritorio los escudriña a ambos, Kurogane está observando a Nakuru y se ha dado cuenta que entre ella y ese tipo ha habido enfrentamiento, Midori está al lado de su hijo que la ve con los ojos de un cachorro herido y su abogado está sin expresión.