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En Busca de Evidencias

En la casa de Leran hay mucha confusión pero sobre todo preocupación, el médico advirtió que si ella vuelve a pasar por algo así, no viviría para contarlo.

Nadeshiko está en el sofá con sus pensamientos revueltos, tiene muchos sentimientos encontrados, Fujitaka tiene el ceño fruncido, no desea preocupar a su amada pero él siempre ha tenido la certeza que Masaki Amamiya es un personaje siniestro y despiadado.

Años atrás quiso matarlo para desaparecerlo de la vida de su hija, al no lograr su cometido lo persiguió e hizo de todo hasta que al final se fue de China separándolo definitivamente de su amada. Si no lo hubiera hecho Nadeshiko habría estado con él y con su hija, no hubiera permitido que los separen.

—¡Debemos averiguar qué ha pasado exactamente, me niego a creer que tío Masaki haya hecho esta crueldad!—las palabras de Luke llaman la atención de todos, en especial de Nadeshiko—. Pero lo más importante¿Por qué?

—El tío Masaki es una persona algo complicada, casi nunca está en reuniones familiares, desde que tenemos uso de razón siempre fue un hombre misterioso y huraño, con la abuela incluso era un tipo frío—Jang recuerda vagamente todo eso.

Cuando la abuela Mei enviudó, los tres hermanos, Hien, Jang y Midori tenían doce, diez y ocho años respectivamente, cuando llegó a la villa Li lo hizo de la mano con una pequeña niña de casi la misma edad que ellos.

Pero siempre fue una persona difícil, con ellos también era hosco, al final con el pasar de los años se acostumbraron a su forma de ser. Solo con la pequeña Nadeshiko hicieron una estrecha amistad. Se criaron como primos y eso hasta la actualidad prevalece.

—Voy a averiguar qué ha pasado—Nadeshiko se levanta y todos la miran—. Es mi padre y si hay algo oculto no dudaré en hacerlo saber.

—Naddy es peligroso que vayas sola, si tío Masaki quiso intentar matar a Leran…—Jang no pudo seguir hablando, el rostro de Nadeshiko es de horror—. Tú me conoces y siempre digo lo que pienso, no debemos sorprenderlo, tenemos que hacerlo caer por sí solo.

Todos están de acuerdo, pero nadie imagina cómo es que Nadeshiko se siente en ese momento, no quiere creer que su padre en realidad es un asesino. Aunque las palabras de Mika ese día en su casa no fueron directas pero sí tenían una doble intención.

Nadeshiko palideció, ha vivido con un monstruo por tantos años y ahora lo viene a descubrir, pero los Li son para ella muy importantes y Leran también. Por ella, por su hija y por su sobrino no lo dejará sin pagar por todo el daño ocasionado.

—Entonces¿Qué propones?—Nadeshiko mira a Jang y sonríe con una sonrisa que encierra algo muy profundo.

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Sakura está terminando el turno de ese día, se estira en su asiento giratorio y no evita recordar la llamada que tuvo con sus padres hace unos días. No es tonta y sintió en sus palabras y modos que estaban tratando de abogar por Shaoran.

Su corazón herido y verlos de su lado hizo que los tratara mal y ahora se arrepiente, se está dejando llevar por su amargura y eso no debe permitirlo. Ellos no son responsables de su desgracia.

Pero también, es muy orgullosa y desde ese día no sé ha comunicado con ellos de nuevo y ellos tampoco. Algo que la enoja porque con eso demuestran que quieren y están de lado de él.

Los toques a la puerta la sacan de sus pensamientos, al ver la cabellera rubia de Fye sonríe tenuemente, eso es indicio para que pueda ingresar.

—¿Terminaste?—se cruza de brazos apoyado en la pared—. Te llevo a casa.