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La Osadía de una Mujer

Después de entrar a sus aposentos el papi tomo con fuerza a la joven pelirroja, besando su cuello con salvajismo.

Intentaba resistir estoicamente todo lo que ese tipo le provocaba. Tenía que pensar en algo para distraerlo y continuar con el plan que meticulosamente se ha formado días anteriores.

Por la ventana de la habitación se veía una inmensa terraza y se le ocurrió una idea. Se alejó un poco de él y sonriéndole con coquetería y un guiño sensual le dijo para que le dé un recorrido por todo el lugar.

—Eso lo haremos después de follarte como quiero, duro y salvaje—vuelve a besarla y cuando está por llegar a sus pechos ella lo empuja un poco—¿Ahora que?

—Veras, quiero que seas suave y delicado conmigo—eso al papi le pareció ridículo, nunca ha tenido ese instinto de ir suave con ninguna mujer, ni siquiera con Cerezo—. A pesar de tu apariencia dura y malvada dentro de ti, se que hay una persona dulce y amorosa.

Eso al papi lo dejo aturdido por un buen tiempo, era la primera vez que una mujer le decía esas cosas y no sabe porque pero está mujer es como si supiera lo que en realidad esconde muy dentro de su ser.

—¿Estas estúpida verdad, me estás retando a tomarte por la fuerza?—la agarra con fuerza de su cintura, eso para ella es sinónimo de disfrazar su verdadera naturaleza—. Eres y a mujer interesante y me gustas, tus ojos son de un color que jamás he visto, no son comunes y el color de tu cabello contrasta con tu bella piel canela.

Eso a la de cabellos rojizos la dejo pasmada pero no lo hace notar, sonríe con insuficiencia y se cuelga de su cuello, le deja un pequeño moretón y lo jala como niños pequeños.

—Complaceme, mira que acabo de llegar, además después que me tomes ya no me harás caso y solo seré una más para tus hombres—ese puchero que le brinda le recordó tanto a Cerezo—. Pero antes de irnos cambiate esa bata, ponte ropa deportiva, vamos a hacer ejercicios.

El papi arrebola los ojos, solo porque ha logrado saber cómo es en realidad es que acepta hacerlo.

—Esperame acá, no te muevas—le da un profundo beso para luego desaparecer por otra puerta que va con dirección al baño y clóset respectivamente.

Cuando se va se limpia con asco todo su rostro, sus labios e incluso su cuello, al sentir sus labios en su piel le dio tantas ganas de vomitar. Se toca los aretes de rubí que lleva en las orejas y suspira con alivio. Corre hacia la puerta por donde ingresó el papi y escuchando la ducha se saca una de los aretes y hace contacto.

—Ya estoy dentro, ahora lo llevaré por todo el lugar—estos pendientes en realidad son micrófonos que fueron creados exclusivamente para entrar a ese lugar en conclusión para despistar a todos los que están ahí, tienen la capacidad incluso de grabar conversaciones importantes—. Cuando esté completamente dormido avisaré para que Yukito logré ingresar.

Al otro lado de la línea Lien está con el ceño fruncido y sus nervios a flor de piel, al principio no estuvo de acuerdo con eso, pero Touya lo vio el plan perfecto, descubrieron que hombres del papi secuestran jovencitas de lugares en el campo para llevarlas a su merced y luego ser una más de las mujeres que son sus concubinas o pasan para entretenimiento de sus hombres.

Meiling no dudó en infiltrarse, sabía del sadismo y lo ninfómano que puede llegar a ser ese tipo, pero la imagen de su primo en la cárcel y todo por vengarse ya que según ese loco le ha quitado a su mujer, es que acepto en meterse en sus dominios y no descansará hasta conseguir algo importante.

Se tuvo que teñir el cabello y no se arrepiente, después puede volver a su color original, cuando Lien la vio de esa manera no evitó temblar y sentir que la puede perder. La ama demasiado pero también sabe que es terca y decidida cuando se trata de los suyos. Y Shaoran es importante para ella.