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La Zona Rosa

—¡Mierda es tarde!—me tiró de la cama raudamente, es la primera vez que me pasa esto.

Y si vuelvo mis pasos a la tarde del día anterior, entenderán el porqué de mi cansancio. Todo lo que ha pasado entre cerezo y yo es...Dios, increíble.

Esa niña mujer es una experta en las artes amatorias, la forma cómo me besa, como me envuelve, sus manos al deslizarse por mi torso y mis partes delicadas han sido una sesión de sexo placentera.

Le pedí quedarse, pero rechazó mi petición, había olvidado según ella que tenía una reunión con la dueña del lugar donde trabaja.

Fruncí mi ceño internamente, eran más de las 11 de la noche cuando se fué, y más me dejó perplejo cuando se cambió en un dos por tres, se acomodo el cabello, me dió un beso rápido y salió casi volando de mi habitación. Suspire y me quedé como un idiota admirando la puerta.

En eso recuerdo que me dió un pase especial para el sábado. Cada fin de semana ella y el resto de chicas que trabajan en un night club, bailan sensual y con erotismo.

Me muero por verla, pero el pensar que habrán muchos tipos devorándola me deja como un imbécil y es donde aterrizó. Cerezo y yo solo tenemos una relación de empleada-empleador, bueno algo así.

Me doy un baño rápido, me cambio de ropa, tomo mi maletín, mi bata y salgo con dirección al centro de salud.

El vigilante al salir me da una mirada hermética, no es necesario saber que está al tanto de la presencia de Cerezo en mi departamento el día anterior. Lo saludo con reserva y paso sin mirarlo.

Camino con mis pensamientos revueltos. Terada tiene razón, la gente en este lugar es muy observadora y pronto habrá chismes y habladurías de mi persona.

Al entrar al centro de salud todos me saludan con respeto, asiento y regreso los saludos, entro a mi consultorio, detrás de mí está la técnica que me lleva las historias de los pacientes de ese día.

Aún tengo media hora para que el turno comience, mientras eso sucede, estoy entretenido con mi celular, y veo a Eriol en el WhatsApp, sonrió y le mandó un mensaje.

Las horas de diferencia entre Japón e Inglaterra son de doce horas, el cabrón debería de estar durmiendo. Es su costumbre en él; una nueva conquista como cada mes.

Yo:

—Después me juras y perjuras que no te desvelas ¿no es así?

Eriol:

—🤪🤪😜😝

Es su clásica de él mandarme esos emojis graciosos.

Yo:

—¿No debes descansar para estar en el bufete temprano?

Eriol:

—Así es, pero la reunión de la primera hora se canceló y podré descansar hasta más o menos las 10.

Que envidia y suerte de este pendejo. El abogado así como el médico son las profesiones con más agotamiento físico y mental.

Yo:

—Que envidia, estás ganando sin hacer nada.

Eriol:

—Me estás dejando como un boludo que calienta el asiento en su oficina, médico sexy.

Me mato de risa, así me trata cuando lo golpeó en su alter ego, de todos mis primos con Eriol es con quién me llevo mejor, sin dejar de lado a Meiling. Por parte de mi padre están mis primos  Yukito, Yue y Kaito. Pero casi no convivo con ellos, Yue es el mayor de todos, mamá me contó que está a punto de casarse.