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Pesadilla

Shaoran:

Estoy muerto por dentro, el médico que me está viendo asegura que en el auto estaba solo, antes de perder el conocimiento la ví a mi lado desmayada pero ahí estaba.

Este fue el presentimiento que tuve desde hace tiempo.

Tengo que salir de acá y buscarla, no puede haberse evaporado, Akiho entra a mi habitación, sigo sin entender qué es lo que hace acá, no soy un malagradecido se que ha estado cuidando de mi desde el momento que me trajeron.

Pero a pesar de ello sigo pensando en ella, en mi Sakura. De pronto una corazonada llega a mí. Intento levantarme pero el dolor en mi cabeza lo impide.

—¡Shaoran aún estás débil, no puedes levantarte!—trata de acostarme pero no la dejo.

—¡Déjame, necesito buscarla, estoy segura que ese desgraciado la tiene con él!—exploto.

—¿De quién hablas? Shaoran estuviste en el auto solo, por favor descansa.

—¿Cómo es que estás acá, no que estabas en Inglaterra?—pregunto molesto.

Su semblante se vuelve sombrío, me mira avergonzada, jala la silla que está a un lado y se sienta, toma aire y habla:

—Acababa de llegar de Londres, en el aeropuerto al bajar del avión me sentí mal, los de control me recomendaron venir al hospital inmediatamente, tomé un taxi y me hicieron análisis y chequeos de rutina, cuando esperaba mis resultados es cuando ví cómo los paramédicos de emergencia te traían, te reconocí y fui tras ellos, estabas inconsciente y con un tremendo golpe en tu cabeza. Te juro que me desespere—sus ojos están a punto de llorar y sus manos están temblando—. Tuve miedo de que no sobrevivieras, más aún por lo que tengo que decirte.

Frunzo mi ceño, eso me deja intrigado, me trato de acomodar en la cama y ella me ayuda, la miro directamente a los ojos, necesito saber que me quiere decir.

—¿Qué es lo que debes decirme Akiho?— pregunto ansioso.

—Quiero que te recuperes primero, estaré contigo todo el tiempo necesario, ya avisé a Terada sobre lo que te ha pasado—intenta arroparme pero tomo su muñeca con enojo, el mencionar a Terada hizo que recuerde el porqué Sakura se había ido de mi departamento, ella fue la responsable.

—¡Shaoran me lastimas!—grita, enojado la suelto y una ira se apodera de mi.

—¡Tú fuiste quien le envió a ella unas capturas de fotos donde me besaste ¿verdad?! Y no me lo niegues.

Su rostro se torna pálido y sus ojos me observan muy abiertos, de un momento a otro tiene ganas de vomitar, veo que corre al baño y escucho que está tosiendo. Siendo médico sé esos síntomas.

Esto no puede ser.

Sale toda pálida, al verme baja la cabeza, esto no puede estar pasando, siento que es una pesadilla, primero Sakura desaparece y ahora…

—Creo que ya te haces la idea de lo que quiero decirte¿Verdad?

Cierro los ojos, me siento fatal, no puedo creer que ella esté…

—No puede ser—susurro—. Es una maldita broma.

—Qué más quisiera yo que lo fuera, pero no es así, tengo casi nueve semanas de embarazo, Shaoran—sus lágrimas bañan su rostro.

Me jalo los cabellos con fuerza, deseo golpear algo y gritar, como fue posible esto¡Maldita sea! Tengo mucho que asimilar. Y hacerme la idea de que aunque no quiera reconocerlo.

Akiho está embarazada.

—Dejame solo—hablo.

—Pero…