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Salida, Tragos y celos

Shaoran:

La insistencia de Yukito al tocar la puerta es de un tipo ansioso, Sakura está aferrada a mis brazos y en sus ojos veo ansiedad y temor.

—¡Sakura!—ella se suelta de mí, y no sabe qué hacer.

—Abrele—le digo.

—No quiero problemas con él, por favor—ruega.

—Me voy a esconder ahí—señalo el closet, a vista puede entrar una persona de mi altura.

Sin esperar que me diga algo entro y me encierro. De reojo por una pequeña abertura veo los movimientos de Sakura, veo que corre a una pequeña maleta y saca una playera con unos buzos, parece un piyama.

Abre la puerta y mi primo entra mirando todo ¿A dónde diablos se metió Meiling?

—¿Por qué no abrías?—Yukito se pone frente a ella.

—Lo siento, estaba en el baño a punto de cambiarme—le señala su ropa—. Y cerré con seguro por precaución.

—Ya veo—le responde—. Sakura disculpa la intromisión pero necesito decirte algo muy importante, no puedo esperar más—mi corazón se acelera como loco, mis manos sudan, mi cabeza niega una y mil veces, el va…

—¿Qué será?—pregunta.

—Sakura estoy enamorado de ti—el silencio es tan grande, veo a Sakura retroceder un poco, da la vuelta y rodea una silla—. Me enamore de tu belleza, tu inteligencia pero sobre todo de tu alma buena y hermosa, es por eso que te quiero pedir que seas mi novia, dame una oportunidad por favor.

Mis uñas están clavadas en las palmas de mis manos, los celos hierven en todo mi cuerpo, estoy tentado a salir y gritarle que yo soy el hombre que ama y sacarla de acá para llevarla dónde siempre ha pertenecido.

A mí villa.

—Yukito yo...—¿Por qué dudas en decirle que no? —no puedo corresponder tus sentimientos, te lo dije antes de llegar acá, te amo pero como amigo.

Eso me molesta, no lo acepta pero como amigo lo ama, osea ¿que enredo es ese?

—Sakura, llevamos cinco años de conocernos, nunca te pregunté esto pero¿Ha habido o hay alguien en tu vida, que impide que me ames?

—¡Si yo soy ese hombre que ama como yo la amo a ella!—moría por salir y decirle todo aquello.

—Bueno yo…

—Lo siento, no debí preguntarte, estoy siendo un entrometido—veo que sonríe, se acerca a ella, mis ojos están a punto de salir de sus cuencas—espero que esto no arruine nuestros años de amistad.

—Claro que no, pero Yukito no quiero que tu familia piense que somos algo más—me alivia, boto un suspiro y sigo observando.

—Mañana aclararé todo, lo prometo, descansa—le da un beso en su frente y sale de la habitación.

Salgo del closet y la miro con intensidad, está aún sin asimilar la declaración de mi primo. Baja su cabeza, me acerco y levanto su rostro.

—¿Te olvidaste de mi, de nuestro amor?—la halo a mis brazos, sus manos tocan mi pecho, sus ojos verdes que tanto amo brillan con intensidad—. Respóndeme.

—De que vale contestar esa pregunta cuando tú ya tienes tu vida hecha, Shaoran—se suelta y se aleja de mí.

Eso me está poniendo mal, ella piensa que me case con Akiho, pero la realidad es que sigo solo, y todos estos años la he extrañado tanto.