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Haciendo Planes

Shaoran:

Despierto por los ratos del sol en toda mi cara, me froto los ojos y al intentar moverme siento un bulto a mi lado. Al verla sonrió, está de espaldas con su bello cabello desparramados en la almohada y dándome un hermoso espectáculo de su bello cuerpo.

Me levanto y mis labios hacen lo que han querido hacer desde el momento que la ven así, besarla y dejar su piel erizandose con mi toque. Su olor me encanta y me vuelve loco quisiera perderme en su cuerpo por completo.

—Shao—susurra adormilada y sonriendo—. Eres un goloso.

—Tu me incitas—le respondo subiendo en su encima evitando aplastarla—. Te vuelvo a repetir lo que una vez te dije, te ves preciosa al despertar.

Su rostro se calienta y baja su cabeza, la levanto con suavidad y la beso lentamente saboreando su boca, nuestras lenguas se encuentran y danzan al compás de nuestra necesidad.

La tomo entre mis brazos, su cuerpo se estremece debajo de mi y no le doy tregua, se arquea y la atacó como un lobo feroz a su presa, sus gemidos son música para mis oídos, y mi nombre constantemente saliendo de sus labios son lo mejor de mi vida.

Quiero esto para toda la vida.

—Shaoran ahhhhh—sentirla llegar al clímax y saber que es gracias a mi me llena de placer y de lujuria.

—Sakura, mi Sakura—susurro justo cuando mi liberación traspasa mi cuerpo.

Nuestros cuerpos están entrelazados y esperamos que nuestra respiración vuelva a la normalidad. Beso su nariz así como su frente y su mentón. Ella sonríe y esconde su rostro en mi pecho duro y trabajado.

—¿No irás a trabajar?—pregunta levantando su cabeza para observarme.

—Es mi día libre—respondo acomodando su hermoso cabello tras su oreja—. Vamos de paseo que dices.

Su rostro se ilumina y me abraza, se ha emocionado por mi propuesta. Pasa sus manos por mi cuello y me da un beso dulce y suave que me encargo de profundizar.

Al soltarla están rojos e hinchados me relamo los labios y vuelvo a tomar su esencia de su bello cuerpo.

No me canso de hacerla mía.

•••••

Estamos en el auto con dirección al departamento, optamos por ir al campo, cerca de Tomoeda hay un lugar precioso llamado Tambo que está lleno de naturaleza, un hermoso río y por supuesto deliciosa comida.

Fuimos por ropa cómoda, Sakura llevaba en su bolso algunas cosas personales, además su ropa de vestir era hermosa, a pesar de ser sencillo. Un pantalón de mezclilla en color rojo con un blusa a tiras suelto encima un suéter, su cabello ondulado y sus lentes oscuros.

Yo tampoco me quedé atrás, un pantalón holgado junto con una camiseta en color azul que se ajustaba a mi cuerpo dejando ver mi pecho bien formado. Mis lentes oscuros y las llaves del auto, así como mi billetera y celular.

Antes de bajar por el ascensor la halo a mis brazos y la beso con intensidad, se enrosca en mi cuello y me corresponde de la misma manera. La apego más y la sigo besando con tanta intensidad.

—¿Nos quedaremos allá?—me pregunta sin dejar de besarme.

—¿Quieres quedarte?—pregunto repartiendo besos por su cuello.

—Me encanta estar así contigo pero…

—Lo sé, te preocupas por mi trabajo, descuida chiquita, mañana estaré ahí, además no pueden tener queja de mí, soy muy eficiente en mi trabajo.