Dolor

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Shaoran:

Aún sigo sin creer que esté conmigo, ha pasado una semana desde que Sakura está viviendo conmigo.

Y ha sido la dicha completa para los dos, desde que llegó con sus cosas de la Zona Rosa y despidiéndose de Amatista y de la dueña del lugar no me ha dejado de consentir, y no solo lo digo en el plano amoroso también lo digo por su deliciosa comida y sus postres.

Cada que llego de trabajar solo antes de ingresar al departamento el olor a comida recién hecha abre mi apetito, la sorprendo llenando de besos cada parte de su cuello y su piel descubierta, la siento derretirse en mis brazos y su estremecimiento me ponen demente.

En las tardes vemos maratón de películas con un buen tazón de palomitas dulces y saladas así como bebidas para tomar. Nos hemos creado nuestro propio cine en casa.

Y en las noches es mucho mejor cuando vamos a dormir, cada que estamos juntos la pasión y placer se desborda y nos dejamos arrastrar a ese lugar llamado paraíso. Cada que la hago mía toca el cielo y al gritar mi nombre me demuestra que soy el único que tiene el control de ella y de todo lo nuestro.

Terminamos exhaustos y con ganas de más, no evito observarla, sigue siendo un sueño para mí que la tenga así como siempre la he querido tener.

A mí lado y amándonos.

—Debes descansar, vas a quedarte dormido—me dice jugando con mi pecho desnudo—. No quiero que te llamen la atención.

—No te preocupes llegaré temprano¿Puedo preguntarte algo?—capto su atención y me mira con curiosidad—. Ahora que estás conmigo¿Has pensado que hacer de ahora en adelante?

Mi pregunta la deja confundida y avergonzada, juega con sus manos nerviosamente, levanto su rostro despacio, solo ruego que no piense en volver a ese lugar y exponerse a tanto. Nunca podré borrar esa parte de su vida, pero deseo y necesito que cambie de vida y pueda estudiar. De seguro que no ha ido ni a la escuela.

—No tengo dinero para estudiar en la universidad Shaoran, una chica como yo solo puede aspirar a ser empleada del hogar o trabajar en algún lugar, ya sea un restaurante, un grifo, o algún centro comercial.

—Sakura vámonos—abre sus ojos con sorpresa—. Vámonos a China a empezar desde cero, puedes estudiar y ahí estaré siempre para tí, mi casa será tu casa y todo lo que tengo será tuyo.

—No puedo aceptar eso Shaoran, no quiero que me mantengas—la decisión que defiende su posición me llena de orgullo, a pesar de las circunstancias Sakura tiene carácter y agallas para ser independiente en poco tiempo.

—Sakura no te pienso dar nada si no lo quieres, entonces déjame ayudarte de otra manera—la atraigo hacia mí y sus ojos verdes me miran con algo de temblor—. Quiero pagar tus estudios.

—Shaoran eso…

—Voy a hacerlo, y no acepto un no por respuesta—contesto decidido—.¿Qué deseas estudiar?

Sakura se sonroja y sonríe con dulzura, sus ojos brillan cada que hablamos de sus sueños e ilusiones. A pesar de todo lo que ha sufrido solo con pensar en esas hermosas cosas es que se olvida de muchas penas.

—Me encantan los niños, y los animales. Podría ser una profesora de niños, una doctora de ellos, o tal vez una veterinaria y poner unas organizaciones para poder rescatar peludos de la calle.

Me quedo maravillado por sus opciones, cualquiera que elija le caerá perfecto con su forma de ser. Aunque me gustaría que estudiara pediatría, en las clínicas de mi familia podría desempeñarse y tener un puesto seguro y de hecho que con ella a mi lado podría tomar el control de todo.

C̾a̾u̾t̾i̾v̾o̾ d̾e̾ t̾u̾ C̾u̾e̾r̾p̾o̾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora