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Camino hacia la Luz

Nakuru está perturbada, el hombre frente a ella la sigue mirando sin ninguna expresión en el rostro, y eso la lleva a preguntarse muchas cosas.

Pasa saliva y como si nada hubiera pasado entre ellos es que camina hacia su escritorio para sentarse y consumar lo que ha llegado a hacer.

Kurogane también está un poco impactado por la presencia de ella en su bufete, está comenzando a encajar varias piezas de un rompecabezas que tiene frente a él y que ese día que chocó contra ella en la calle: Una infidelidad junto con una decepción. Su manera de comportarse tiene una muy buena justificación.

—Bien, cuénteme su caso señora—dice él rompiendo la tensión del encuentro—. Dígame qué puedo hacer por usted y que desea que logre para llegar a su objetivo.

—Soy Nakuru Tsukishiro—Kurogane escucha con atención todo lo que ella le pide—. Estoy acá para solicitar el divorcio, necesito estar separada completamente de Yue Tsukishiro Li, hace seis años que nos casamos y durante todo este tiempo he soportado infidelidades y mentiras de su parte.

—Entiendo—toma los datos de todo lo necesario para poder ayudarla y defenderla en la causa—. Pero¿Porqué ha decidido recién divorciarse de él si siempre ha estado consiente de sus infidelidades?

Nakuru se tensa empuñando sus manos contra su falda, él se da cuenta de su incomodidad pero es necesario hacer estas preguntas, tiene que saber todo con respecto a la relación tormentosa y tóxica por la cual ha pasado hasta hace poco.

—¿Es necesario?—se sonroja porque le da vergüenza decir que soporto todo eso por el amor ciego y enfermizo que sentía por él.

—Si quiere que le ayude es necesario pero, no la presionare—un suspiro sale de sus labios y una sensación extraña se apodera de él—. Lo primero que haremos será enviar el citatorio a su ex esposo para reunirse con usted y llegar a un buen acuerdo para la firma de papeles.

—Entiendo pero...—muerde su labio, no quiere ver a Yue denuevo, si lo hace no sabe cómo reaccionará a su presencia intimidante—. No creo estar preparada para verlo cara a cara otra vez. Desde que me fui de la casa ha estado llamando con insistencia a mi móvil, incluso en el hospital he estado evitandolo.

—¿Trabajan juntos?—el desconcierto en su pregunta es notorio—. Le recomiendo que cambie de trabajo, para su salud mental sería lo mejor.

—¡No estoy enferma!—se levanta molesta, él se acerca a ella y sus puntos de vida se disparan—. Digo, puedo manejar la situación y…

—No soy tonto, tu relación ha sido muy tormentosa y dolorosa, tengo años en esto, así como tú muchas mujeres se han puesto a la defensiva—por dentro Nakuru está temblando como una hoja en otoño, pero intenta disimular—. Voy a ayudarte pero, también es necesario que también busques ayuda.

Pasa saliva sin poder verlo a los ojos, en ellos ve una fuerza que la empuja a querer protección y seguridad. Se aleja lentamente, él se da cuenta de la situación y regresa a su asiento.

—Buscare ayuda, pero no dejare el hospital—se sienta sin dejar de verlo—. Comencemos por favor, quiero estar divorciada lo más pronto posible.

Kurogane vuelve a sus apuntes y durante casi una hora se entera de la relación de su cliente con ese hombre. Afortunadamente no hay hijos de por medio y será mucho más rápido que esto llegue a buen término, a menos que la otra parte lo ponga difícil.

—Bien señora Akizuki—pidió que la trate con su apellido de soltera—. El día de mañana me presentaré ante el señor Tsukishiro con el citatorio para conciliación. Los trámites empiezan hoy.