Capítulo 65

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El hombre retado tragó visiblemente saliva al ver a Dylan Ferrer, para seguidamente mirarla a ella y tragar de nuevo:

    —Mira —comenzó, en voz alta, obviamente para que lo escucharan—. Eres... hermosa, en serio lo eres. Pero no puedo besarte.

     —¿Por qué no puedes besarla? —preguntó Haz y de nuevo, en su boca, se dibujaba una sonrisa malvada—. Si es por Dy- Si es por Nathaniel, no va a hacerte nada por hacerlo. Él no es celoso —se giró hacia su amigo, quien seguía pareciendo a punto de arrancarle la cabeza a alguien—. ¿Cierto? Sólo es un besito de un minuto.

     El retado no parecía muy convencido, y menos con la falta de respuesta por parte de su líder. Sin embargo, ante las motivaciones de los demás, se aproximó más a ella.

     —¿No tienes problemas... con que te bese?

     Alice se mordió el labio inferior y miró más allá de él a Dylan, quien seguía observándolos.
    
     —No —contestó—. Un reto es un reto, ¿verdad?

    Su voz no tembló, parecía animada.

    Incluso sonrió.

    El contrario se giró, y posó de nueva cuenta la vista en su superior. Ella trató de no tomar su ejemplo.

    —¿No se están tardando mucho? —preguntó la mujer que retó, con demasiado entusiasmo—. Háganlo ya.

    Y tan rápido que apenas pudo parpadear, los labios del hombre tocaron los suyos.

     Él le instó a abrirlos, lo que fue difícil, ya que se había paralizado. Vagamente escuchó a los demás realizar un conteo, puesto que sus ojos abiertos estaban en quien la besaba, para después posarse más allá de él, a Dylan.

    El contacto visual fue inmediato y por esa razón cerró los ojos. Sus manos temblaron, y en su mente se creó una imagen en donde el... retado, era otro.

    Dylan.

    Su boca se abrió y una lengua penetró con más aspereza de la que se había acostumbrado. Había... cierto amargor, quizá por lo que este anteriormente estaba fumando.

    El tacto, la fuerza sobre su piel era hiriente.

     La imagen que quiso mantener para proseguir se fue desvaneciendo por cada diferencia que encontraba.
    
     Abrió los ojos; contacto visual.

     Cerró los ojos; ¿por qué seguía comparando al hombre frente suyo con el hombre que estaba a unos cuantos metros?

     ¿Por qué... estaba haciendo esto?

     ¿Por qué sentía que había sido... como infiel cuando claramente no eran nada?

     —¡Un minuto entero cumplido! —exclamó alguien, y muy rápidamente ella se distanció.

     Jadeó, buscando aire.

     Escuchó aplausos,

     Escuchó risas,

     Pero no podía centrarse en ello.

     —Para ser honesta —dijo la retadora, con una sonrisa—, no creí que fueran capaces —Se giró hacia una de sus amigas y sus ojos brillaron—. ¿Les parece si hacemos más retos que involucren besos?

      Por supuesto que hubo aceptación ante su propuesta.

      Haz, a su lado, llamó su atención:

     —¿Qué pasa? —le preguntó suavemente, sólo para sus oídos—. ¿Fue muy animal contigo? ¿Tenía mal aliento?

     Alice negó, apenas. Luego giró el rostro súbitamente cuando escuchó, a la amiga de la mujer que comenzó con los retos de los besos, decir:

El Error de Dylan Ferrer | Tomo 1&2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora