Capítulo 18

15.3K 1.6K 265
                                    

     —¡Dylan! —La voz de Sofía hace que ambos se separen—. ¿Profe Alice? —pregunta extrañada mientras se acerca.

      —¿Cómo te fue, enana? —cuestiona él. Su hermana rápidamente pasa su curiosidad a segundo plano y lo abraza.

      —Odio matemáticas, Dylan, ¡las odio! —Hace un pequeño puchero y se separa—. ¿Y qué-

      —Ya me voy, eh... adiós —dice Alice después de observar, lo que para ella, fue una escena adorable. No lo admitiría. Estaba dolida y quería irse lo más rápido posible.

       Sin esperar respuesta alguna, retoma su camino... siendo frenada nuevamente por Dylan poco después. Posa sus ojos en Sofía; ésta mirándolos con curiosidad a la distancia.

       —Alice, mírame.

      Pero se niega a hacerlo; su cabeza es un caos, como también su corazón.

       —Alice...

       —Por favor, ya aléjate —susurra—. Déjame en paz, Dylan, no quiero...

      Sufrir por ti.

       —Sólo déjame en paz —Se suelta, y con pasos apresurados, se aleja de él.

       Pasan los minutos, y Dylan sigue en el mismo lugar, preguntándose el por qué de su actitud.

       —Eh... —Llega a su lado Sofía, y lo mira detenidamente—. ¿Qué... qué pasó?

       Mas él no responde. Preocupada, toca su hombro, y se arrepiente de haberlo hecho al notar su mirada oscurecida. Eso sólo significaba que...

      Estaba enojado.

       —Vámonos —dice él, haciendo un leve movimiento con la cabeza para que ella caminara hacia el auto. Sofía obedece y aprieta sus puños al no poder hacer nada para calmarlo...

      Simplemente el alcohol lo lograba.

      Entonces, mientras él conducía, se preguntó: ¿Qué había dicho su maestra para molestarlo?. Conocía a su hermano, no era muy fácil lograr enfurecerlo como en ese momento. ¿Qué podría haberle dicho Alice?

      Estaba confundida.

      Despertó de sus pensamientos, cuando el vehículo frenó casi en seco frente su "casa". No se sorprendió de lo rápido que habían llegado en realidad; así era cuando estaba él de tal manera. No le sorprendía en lo absoluto.

       —Baja —ordenó frío. Y pesar de que no quería dejarlo, así lo hizo.

       —Dylan, no bebas más, no...

       Y sí, ni se molestó en escucharla cuando se alejó.

        —No puedo permitir que esto siga pasando —murmuró cansada de la situación.

       Sacó la llave de la amplia puerta y abrió; se adentró y tiró su bolso en un mueble.

       —¿Qué le habrá dicho? —se preguntó una vez más. Se recostó en el mismo lugar que lanzó su bolso, y se golpeó un par de veces en la barbilla con su celular, pensativa—. ¿Qué?

       Suspiró con pesadez. Buscó el número de su maestra sustituta y sin pensarlo dos veces, llamó.

      —¿Sofía?

      —Sí...

      —¿Qué pasa? ¿Por qué me estás llamando?

      Sobre eso... eh, llamé porque... —No sabía cómo explicarle. No quería verse como una chismosa, pero era su hermano y...—. ¿Qué le dijiste a mi hermano?

       No escuchó respuesta y pensó que tal vez se había cortado la llamada; se separó un poco para observar la pantalla y frunció el ceño al notar que no.

       —¿Alice?

       —¿Por qué me preguntas eso? —soltó.

       —Lo hago, porque es mi hermano y-y estoy preocupada por él.

      Un silencio.

       —¿Por qué preocupada?preguntó Alice finalmente después de unos largos segundos.

       Y entonces, a Sofía se le prendió el foco.

       Hola, drama.

       —No sé qué le dijiste, pero está muy extraño —Miró sus uñas—. Había dicho algo parecido a que se iba a matar.

      —¿¡Qué!?

      —Sí, sí —Trató de no reír—. Hace un rato, salió a un bar de mala muerte... quizás a beber algo con veneno.

       Mándame la dirección de ese bar, ahora mismo —Y colgó.

       La menor, entre risas, envió la dirección. Observó su celular por unos segundos y se percató de algo:

      Dylan no le obedece a nadie.

      Y sabía que, si Alice lo buscaba y trataba de sacarlo de aquel bar, no lo lograría...

      Él no le obedecería.

💣

—Lu🍭

El Error de Dylan Ferrer | Tomo 1&2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora