Cuando Alice despertó...
Sí, de nuevo comenzamos así.
Cuando Alice Victoria Lauren despertó, esperaba el dolor al que había sido sometida en las veces anteriores.
El dolor nunca llegó.
La suave luz de la habitación no le provocó malestar.
Se sentía un poco exhausta, sin embargo, estaba bien. Miró, miró. Tenía vendaje en donde se había herido. Había suero bombeando en sus venas. Y otros artefactos que se conectaron a su cuerpo para facilitar el monitoreo.
Entonces vio...
Ella vio las flores.
Flores rojas, flores amarillas y violetas alegraban la blanca habitación. Cerca de las flores pudo divisar globos azules.
Una sonrisa se plantó en sus labios.
Pero la sonrisa se eliminó rápidamente al sentir la frialdad...
El frío hacía que recordara a Dylan Ferrer.
Ella apartó cada cosa pegada a su cuerpo, y una de las máquinas emitió un sonido que, por supuesto, alertó. Haz se adentró rápidamente a la habitación, y sus ojos viajaron alrededor, como si estuviera esperando ver a un atacante.
No había un atacante.
—Así que la bella durmiente despertó —dijo con una cálida sonrisa, y no obtuvo respuesta.
Frunciendo el ceño, centró su mirada en Alice, y al parecer vio algo en la de ella, porque soltó un suspiro, volvió a reajustar el suero a pesar de sus quejas, se encargó de que esta vez lograra moverse, para después brindarle el brazo y guiarla por los pasillos.
Hacía frío, tanto, tanto frío.
Haz le habló respecto a lo que le había sucedido a ella. Los médicos le habían informado que, sus raptores, básicamente casi le quitaron la vida.
Indicios de sobredosis, escuchó.
Desintoxicación, escuchó.
Has estado aquí por días, escuchó.
Ambos se detuvieron frente a una puerta. A Alice le temblaban las manos, mientras alcanzaba el pomo y abría.
No había nadie en el interior.
Haz entró a la habitación con velocidad y rebuscó en los lugares en los cuales un hombre adulto y grande podría esconderse.
Pero Dylan no estaba en ningún lado.
Nada delataba que estuvo allí.
Su amigo presionó un botón, y pronto dos mujeres llegaron. Una le dijo a la otra que se encargaría, y la otra, pareciendo dudar, asintió y se fue. La mujer restante los observó, y no hizo lo que se esperaba. Pero escuchó. Haz le hizo saber lo que sucedía. La mujer asintió, pero Harry la ponía visiblemente nerviosa.
Entonces discutían...
Excepto Alice, quien seguía observando a la cama vacía casi sin parpadear.
Y en su mente, las palabras de la mujer se repitieron:
—El cuerpo del hombre fue transferido.
"El cuerpo".
El cuerpo...
No "el paciente", sino "el cuerpo".
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El Error de Dylan Ferrer | Tomo 1&2 ©
RomanceDylan Ferrer solo busca vengarse de Tania Kim, y como un ladrón inteligente y muy buscado se ha determinado un plan para arruinarla: ¿Qué mejor forma que relacionando al amor? Por el amor se sufre, y él quiere verla sufrir. Sin embargo, hay un...