Capítulo 69

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Alice controló el impulso, ese que le hacía querer abalanzarse sobre el hombre y escalarlo como si fuera un árbol, para así alcanzar sus labios.

    Ella era alta, realmente lo era. Nunca se consideró bajita, nunca. Podría decirse incluso, que era más alta que lo "usual".

     "Las mujeres debían tener cierta estatura para ser perfectas", eso leyó en algún lugar. Ella no era perfecta, según los estándares. Era 'demasiado' alta.

    Pero Dylan era más alto, más alto todavía. Por esa razón, tenía que levantar la vista arriba, arriba, para encontrarse con esos ojos claros que la miraban con intensidad.

    —Déjame ir —espetó, aun sabiendo que en realidad no quería que la dejara ir.

     Tenía pensamientos, sentimientos contradictorios.

     ¿Se estaba convirtiendo en un desastre por él?

     —No. —respondió él, y Alice, por un momento, creyó que lo había dicho en voz alta, una cosa poco probable, hasta que recordó su pedido anterior.

     No, no lo dejará ir.

     Alice se movió.

     Dylan se apretó más contra ella y fue entonces cuando su corazón golpeó con fuerza, con rapidez. Casi podía jurar que el hombre podría escucharlo.

    —No puedes hacer esto.

    La boca de él a centímetros, tan a poca distancia. Si se inclinara, podría, podría...

     —Puedo, y lo estoy haciendo, Alice.

     En respuesta y por el tono ronco, tuvo que apretar las piernas juntas. Abajo, en su zona más sensible, pudo percatarse de... No, no, no.

     Ante su sonrojo abrupto, como la incomodidad, ella lo vio fruncir el ceño en confusión y comenzar a bajar la mirada...

     No podía permitirlo.

     No podía demostrar tal debilidad.

     —Está bien —dijo rápidamente, y para su mortificación, su voz salió tan pequeña, causando que los ojos del hombre se dirigieran a los suyos de nuevo—. Está bien —lo intentó otra vez, pero con lo que esperaba fuera nada más que la real determinación.

     Parecía que no estaba convenciendo al hombre en lo absoluto.

     Y hubo un silencio.

     El intercambio de miradas perduró, al igual que el silencio. Tan caliente y pesado.

     Tan desesperante.

     Ella dijo "Está bien" pero nada estaba bien, porque no sabía qué hacer. Y Dylan estaba notando eso. Y Alice sentía que perdía. Los videos porno que vio junto a Haz de repente desaparecieron de su cabeza. ¿Qué debía hacer?

     Se sintió asustada e insegura.

     Dylan se distanció, sólo un poco. Su mano aún estaba pegada a la pared, su brazo musculoso la atrapaba. Sin embargo, el otro no; había sido retirado para darle una salida.

     Él dijo que no la dejaría ir pero lo estaba haciendo ahora.

     Él apartó la mirada cuando dijo:

     —Ve a la cama, Alice.

     La aludida fue a la cama. Se acostó, boca arriba, en ella. Lo observó.

El Error de Dylan Ferrer | Tomo 1&2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora