Capítulo 24

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Había pasado una semana desde el  incidente, según su tía. Quería darle la vuelta a la página y olvidar lo sucedido....

       Pero su mente le traicionaba; repitiendo cada escena antes de dormir, así como ahora.

       Tomó su celular y lo desbloqueó, observando en el proceso la hora.

       11:10 p.m

       Suspiró con pesadez y se acomodó mejor en la cama. Observó el techo y nuevos recuerdos llegaron a su mente, en éstos...

       Dylan.

       Desde hace un tiempo no lo veía. Ni siquiera cuando iba a recoger a su hermana en el colegio.

       Mejor dicho; no salía del auto.

        —¿Qué tal si no es él quien la recoge? —cuestiona en voz baja. Luego de unos segundos, percatándose de que le estaba dando demasiada importancia...

        Reacciona.

        —Tú lo alejaste ¿Por qué te preocupas por él? —susurra.

        «Porque te gusta», recrimina su conciencia.

        Da un largo suspiro —nuevamente—, y cierra sus ojos; las imágenes de Dylan y el ladrón que la salvó, mezclándose en su cabeza.

         Y luego, simplemente se durmió.

🔸🔸🔸

       Sus ojos puestos en ella a lo lejos... Incluso cuando Alice miraba a su dirección, no tenía de qué preocuparse; los vidrios eran polarizados, no podría notarlo.

         Minutos después, el hombre "encantador", según su hermana, se acercó a ella. Una sonrisa estúpida pintada en el rostro del idiota, según él.

        —No le sonrías —murmuró, aun sabiendo que ni lo observaba, ni lo escuchaba. Seguidamente negó con la cabeza al darse cuenta de la "estupidez" que dijo.

       Notó que su hermana ya salía de la institución y se aproximaba a su maestra para despedirse...

       Como siempre.

       Ah, y también del profesor de... No lo recordaba, sólo sabía que era un idiota.

     —¡Llegué! —gritó Sofía a unos cuantos metros del auto, sonriente. Se adentró en éste y, después, besó la mejilla de su hermano ruidosamente—. ¿Qué tal te está yendo con esa cosa fea en tu trabajado cuerpo, hermanito?

      Dylan sólo se giró a verla por unos segundos. Ella sonrió.

       —Bien, no es la gran cosa.

      Sofía asintió, y esperó. Luego entrecerró los ojos al notar que él aún no arrancaba.

      —¿No nos vamos?

      —Sólo espera un momento.

      —¿Por qué?

      Nuevamente, posó sus ojos en ella.

      —Porque...

      Sofía ladeó la cabeza, esperando que terminara.

     Él no continuó. Sólo siguió con su vista al frente, sujetando la zona herida.

      La zona herid-

     —¡No puede ser! —exclamó, con los ojos en demasía abiertos—. ¿Te está doliendo?

      —No, no me está-

      Tarde. Ella ya había salido del vehículo.

       —Maldita sea —Bajó también, quedándose helado al igual que Alice al notarse cerca.

        —¡Profe, Alice! ¡Profe, Julián! ¡Mi hermano se está muriendo, ayúdenme!

        Julián, AKA el idiota, hombre con el cual se encontraba Alice, observó de arriba a abajo a Dylan, analizando. Alice parpadeó un par de veces, confundida.

        Él se veía bien...

        —Sofía, vámonos —le llamó, perdiendo la paciencia con una velocidad sorprendente. Y no sabía por qué. Pero la más joven hacía oídos sordos.

         —¡No quiero que se muera! —exclamó, con los ojos brillantes—. Necesito que- ¡Dylan, suéltame! ¡Esto es por tu bien!

          Ahora era él quien la ignoraba. Hizo una mueca de dolor cuando en medio del forcejeo, Sofía "rozó" su herida.

          Y ambas lo notaron.

         —L-lo siento, Dylan —se disculpó, con los labios temblorosos—. N-no quise lastimar-

         —Sube al auto.

         —Pero...

         —¡Ahora!

         Sofía observó a sus maestros por última vez, y obedeció con la cabeza baja. Dylan en cambio los ignoró, y la siguió.

        —¿Está bien? —se atrevió a preguntar el otro, haciendo que parara en seco.

           Se giró, notando la preocupación en el rostro de Alice y...  al idiota.

           —¿Por qué no lo estaría? —cuestionó, frunciendo el ceño, negándose a mirarla más. Como un idiota. Como un absoluto idiota que necesitaba un babero. ¿Por qué esa mujer tenía que ser tan preciosa, maldición?

           Por supuesto, su intención de ignorarla se fue de paseo en cuanto ella sólo se movió un poco, sólo un paso fue lo que dio, uno pequeño, pero ganó totalmente su atención.

          —Dylan —dijo ella, pareciendo sospechosamente aterrada—, estás sangrando.

           Bajó su mirada y...

           —Mierda.

💣

~Gracias~

Nos vemos en el otro cap, bai.

—Ally★

El Error de Dylan Ferrer | Tomo 1&2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora