Capítulo 72

4.5K 570 430
                                    

Cuando llegaron a la tienda erótica, Alice Victoria Lauren dudó mucho en entrar.

    Pero lo hizo.

    La mujer mayor al otro lado de la vitrina les brindó una gran sonrisa, junto con miradas de arriba abajo.

    Ellas los estaba estudiando, notó.

    Entonces la mujer, manteniendo su sonrisa, dijo dulcemente:

     —Ah, una pareja que se casará —aplaudió una vez e hizo una señal para que los siguiera mientras se encaminaba en dirección de una puerta diferente a las otras, porque esta era simple, tan sólo era blanca—. ¿Buscas la ropita sexy que va debajo del vestido de novia? —Movía las caderas y las manos con emoción—. Este es el lugar adecuado. Tenemos de todo. Desde tangas-

    Se detuvo cuando Haz dijo:

     —Tu estudio es erróneo. No somos pareja.

     —¡Já!

     Tanto Alice como su amigo retrocedieron por la sorpresa, también porque la mayor cambió de dirección repentinamente y con un salto.

     —Lo sabía —dijo ella, mientras pasaban por mostradores con elementos extraños que Alice se esforzó en ignorar—. La joven parece ser muy dulce para ti. Ella elegiría a alguien tan dulce como ella.

    Haz soltó una estruendosa carcajada.

    —Deberías conocer a su novio. De dulce no tiene ni-

     —No es mi novio —refunfuñó Alice antes de poder detenerse. Los ojos de la mayor se quedaron en su persona y, de nuevo, la estudiaron, con más detalle esta vez.

     —¿Por qué? —le inquirió luciendo genuinamente curiosa—. Sé que no me incumbe, y probablemente estés pensando en que no debería meterme en tus asuntos, pero quizá pueda ayudarte, ¿sabes? Soy una profesional en seducción. También una buena consejera en cualquier ámbito posible. No te cobraré por ello si es lo que te preocupa —Se acercó más—. ¿Por qué no lo son? ¿Porque él no quiere o tú no quieres?

    Alice miró a Haz. Este levantó las manos en señal de rendición y se fue a checar otros objetos en la distancia.

     —No creo que deba...

     —Seré una tumba —le dijo, haciendo un movimiento a su boca, como si estuviera cerrando una cremallera.

    Alice sonrió un poco y levantó la mirada...

     Encontró un letrero grande que decía en letras rojas de neón:

      BDSM.

      —¿Qué significa? —preguntó, dirigiéndose allí mientras trataba de poner en orden a su desastrosa mente.

     Tan sólo había puesto un pie allí cuando la mujer contestó:

      —Bondage. Dominación. Sumisión y... —chasqueó los dedos. Su ceño fruncido—. Ah, y masoquismo.
    
     Una mirada adentro y la mandíbula de Alice se aflojó por la impresión.

     Los elementos eran sorprendentes, pero las imágenes ejemplares que habían sido colocadas de manera estética la tenían con los ojos bien abiertos.

     —¿Por qué está amarrado?

     —Porque quiere diversión.

     —¿Y esas púas?

     De nuevo:

     —Diversión.

     Había una imagen de una mujer con los pechos al descubierto y en estos, firmemente tenía-

El Error de Dylan Ferrer | Tomo 1&2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora