For my blood, sweat and tears

III

Mientras los dos de atrás reían por aquel chico que era de estatura ma baja que ellos siendo una vez más intimidado Izuku aprovechó para enterrar esa arma afilada que tenía Guardado en una de las costillas de este sacándole un grito desgarrador, Izuku no pensó mucho y le dio una vuelta a esta arma para después sacársela repentinamente provocando que salga un gran chorro de sangre y hasta un poco de carne.
Tanto como loa dos presentes de atrás se sorprendieron Izuku igual, empezó a llevar ese cuchillo hace solo dos días al recordar a aquella chica que igual traía una, pero nunca pensó que en de verdad lo ocuparía.

—¡Maldito bastardo!—y volvió a la realidad— ¡Me las vas a pagar!

La penetración del cuchillo fue fondo porque era uno de cocina y aquel no podía moverse libremente a su gusto. Los otros dos enojados vieron a Izuku y fue primero el de plantas a atacarlo pero Deku logró desviarse de su agarre y enseguida clavó un segundo cuchillo que sacó de su misma espalda hacia el cuello de este. De seguro el no vivirá mucho, estaba más que probable que le corto el pulso de la sangre. El tercero no tenía oportunidad para atacar con los quiks pero al menos trataría de hacerle frente con fuera física.

Izuku antes de quitar el cuchillo de aquel cuello hizo una llave para asegurarse de que morirá con eso, sus manos y acciones se movían solas el solo estaba en nervios y cada vez que sacaba el cuchillo se sorprendía de él mismo por atreverse hacer estas cosas, su distracción lo hizo recibir un golpe en la mejilla pero esto no fue suficiente para desconectarlo.
Diez años de abuso y golpes no le hacía nada ahora más que un pequeño dolor pasajero, y aprovechando la cercanía entero los dos cuchillos en los pechos de este quien lo atacó y logró golpear, reaccionó rápido y lo fue apuñalando su cuerpo escuchandole gritar cada vez más adolorido..  sonido que no le desagradaba en realidad.

—T- .. tu.

El último al ver tan escena quedó plasmado en el miedo, aún podía moverse y escapar de ahí pero las ramas y hojas que había dejado uno de los que le acompañaba lo iba a retrasar, aún así el intento correr.

Izuku ya no tenia otra opción, era mejor matarlo a que logre escapar y así decir que fue el responsable de esas dos muertes, Izuku no lo alcanzó así que lanzó una de las cuchillas logrando clavarlo en uno de los pies de este gracias a que la tela del pantalón era delgada y los cuchillos eran nuevos muy afilados, con eso logró que aquel oponente cayera al suelo bastante adolorido.

—¡Perdón! ¡Lo siento! ¡No diré nada, pero déjame vivir!

Esas suplicas..   le gusto verlo de esa forma desesperada, pero no había otra opción y le clavó el otro cuchillo en el pie sano escuchando un grito desgarrador por parte del más alto.

—Gritas mucho —se quejó el pliverde.
Saco una de las cuchillas y le corto la boca a este —Y eres un asqueroso—por último lo clavo en sus testículos.

Izuku vio la escena, y al ver tanta sangre, tres cuerpos muertos, el manchado de sangre se asustó.

—P-Pero... ¿Q-que hice? —empezó a juzgarse.

No podía creer todo lo que hizo el solo, sus manos empezaron a temblar al igual que sus piernas, nunca creyó hacer esto y sentía miedo. Miedo de que alguien lo descubra ¿Debería de escapar? ¿Llamar a la policía?¿y si los gritos llegaron a escucharse muy fuerte? Muchas preguntas resonaron en su mente por tanta presión, no podía escapar porque estaba cubierto de sangre y no pasara desapercibido por la calle. Tampoco podía llamar a la policía eso sería peor, y las certezas de que alguien escuchó era muy probable.

—Yo no quería hacer esto —Pero le gusto escuchar los gritos y ver la sangre derramar.

La escena de aquel chico pidiéndole piedad vino que su mente, para después recordarse a él mismo cuando era niño y pedía piedad pero nadie se la daba.
De todas formas aprendió de ellos.