La calle desierta con una ambiente solitario de unas calles poco transcurridas donde vivían una de las familias más pobres del país. La familia de Ochaco.Una adolecente caminaba por esas calles que era parte de la zona de su hogar a pasos apresurados para llegar a su humilde casa donde fue llamada, la llamada que recibió se le hizo urgente. Sus padres no gastarian dinero en una llamada, para ellos costaba mucho y no tenían suficiente dinero para grandes lujos.
Por fin llegó, algo agitada por que en si no estaba caminado, cada vez sentía una sensación extraña que le decía que sus padres estaba en peligro y eso hacia que sus pasos se apresurada al punto de empezar a correr.
Pero grande fue su sorpresa cuando entró a su casa y vio a sus padres tranquilos en el sillon... Corrección. En las sillas que estaban en la cocina y fueron trasladadas a la Sala mientras los dos mayores sustentadores de la casa estaban viendo un álbum de fotos.
—¿Mamá? ¿Papá? —interrumpió la recién llegada.
—Oh, Ochaco — saludo la mamá muy animada— ven hija mía, estábamos viendo nuestro álbum de fotos —invitó la mujer.
Uraraka estaba algo confundida pero aún así se acercó a ellos para contemplar las fotos que ellos estaban observando viniendole lindos recuerdos a su mente de su familia, donde antes ella no pensaba en más que divertirse con su pequeña familia de tres, donde solo le importaba reír y tratar de no sufrir los abusos de los demás de su clase. Aquellos momentos donde disfrutaba de su família.
Pasaban página por página de aquel álbum desgastado con fotos que valían oro para esa familia.
Los ojos de la menor se le ponían llorosos al recordar cada momento y cada comentario de sus padres donde recordaban lo feliz que eran.Pudieron salir lágrimas reveldes por las mejillas de la castaña pero ella las impidió, no queria mostrarse débil, quería ser fuerte, así como sus padres.
Logró eso por unos minutos, una foto donde se encontraba la familia entera mostrando a su madre con el vientre grande, una padre besando sus labios felizmente mientras una pequeña Uraraka de tres años abrazaba la pencita de su madre.
Esa foto desvaneció la sonrisa de todos al recordar la situación de aquel momento.
Aquel bebé que no pudieron tener porque no tenían para pagar gastos en ese bebé ni para poder parir en una lugar cómodo, por la culpa de la economía esa familia perdió a un miembro que no pudo llegar al mundo.
Por culpa de la economía Uraraka perdió a la talvez única persona que la entendería en su vida. Su pequeña hermanita, al que quizo haber querido llenarla de amor y besos toda la familia.
Un recuerdo triste.
Y otro más.
Una foto donde se veía a la castaña de 10 años en la cama, estaba muy enferma.
Según los doctores dijeron que ella era poco probable que ella salva con vida después de una operación costosa.La castaña no sabía cómo sus padres lo hicieron para que ella siguiera viviendo, no sabía cómo habían conseguido el dinero para aquella operación ya que en esos tiempos ya sufrian de problemas económicos.
Sus padres nunca se lo dijeron pero estaba muy agradecido con ellos por haberla salvado, para la castaña los héroes no eran los que estaban en la televisión y todo el mundo lo veía y halagaban.
Para ella los héroes eran sus padres, que a pensar de estar muy cansados todos los días iban a trabajar para traer un plato de comida donde se repartían los tres para poder tener la cena.Si, una vida muy lamentosa y pobre. Así eran.
Uraraka quería ayudarlos, pero ellos no querían que su hija se ensucie las manos delicadas que ella tenia. No querían que su hija sufra.
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For my blood, sweat and tears
FanfictionLos héroes son unos hipócritas que solo buscan fama y dinero, mientras ellos son alabados por su singularidad mientras que el resto no pasa de ser un extra más, por otro lado los villanos no soy tan diferentes pero no son malos. Entre ellos sus acci...