XIX

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Las clases terminaron.

Un rubio con rayo en su cabellera iba caminado hacia su casa animado y con ansias.

Esta vez no le importó si el pelirojo se iba con su amigo la bomba humana o lo ignoraba, e incluso esta vez ni siquiera se despidió de ese grupo solo se fue directamente a su casa dejando confundido a Kirishima y Sero y sin importancia para el oji carmesí.

Llegó a su cuarto, la verdad lo que dijo en la entrevista era una verdad pasada, si su padre lo trataba como basura al tal punto de ya no quererlo cerca, su madre no la conocía y eso aun le afectaba, pero trato de cambiar esa mirada apagada con esa actitud de desinterés en el Colegio con una estúpida que haga reír a los demás para poder sentirse acogido, para no sentir la soledad de su vida, con esa actitud de la que todos se reían podía sentir un poco de afecto.
Si se cansaba al final del día, fingir algo que no es solo para satisfacer a otros, era agotador y doloroso a la vez.

Pero no tenía otra elección, sus notas en la primaria bajaron desde que empezó a trabajar como mesero y así sobrevivir en su nueva vida solitaria, eso provoca que dejara de destacar en lo académico pero en realidad no era ningún estúpido como todos veían, el era analítico, sabía lo que pasaba al rededor, no era nada tonto como para no darse cuenta la situación de su clase.

Sabía que sospechaban de un compañero.
Sabía el porqué Iida sospechaba de Midoriya.
Sabía el pasado de Midoriya.
Sabía que Midoriya era el alumno favorito de All Might.
Sabía la relación que tuvo Midoriya con Bakugo.
Sabía que a Midoriya no le agradaba Iida y solo fingía.
Sabía que Uraraka no le agradaba Yaomomo.
Sabía que el pecoso escondía algo.
Sabía que Izuku Midoriya era el traidor de la U.A.
Sabía que Uraraka era su compañera.

Lo supo todo a través del tiempo y observando, escuchando, analizando y viendo.

Nunca dijo nada al respecto o aportó a los profesores en la investigación ¿Porque? Porque el igual estaba cansado del sistema de héroes.

Se unió a la U.A como solo un capricho de pasar el tiempo y entrenarse, nunca le llamó la atención ser un héroe, nunca le agradaron los héroes.
Y solo había optado a esa carrera para impresionar a una persona, pero ya no valía la pena.

Ser un villano tampoco estaba decidido del todo, de todas formas no sabía cómo ser un villano y que no lo descubrieran.

Claro si. Se había encariñado con su compañero pelirojo, Enjiro Kirishima, no lo iba a negar, apesar de que fue poco tiempo le agrado enseguida.
No fue nada igual con el cenizo oji carmesí, sintió odio hacia el apenas lo vio, sus ojos no reflejaban Pasión por querer ser héroe, no. Sus ojos de aquel compañero era solo de ira y molestia, esos ojos lo había visto en muchos héroes, y para peor trataba a todos como si fueran basura, no lo llegó a odiar por eso.
Lo llegó a odiar porque robaba la atención de aquel chico que le interesaba, ¿que le gustaba de Bakugo a Kirishima? Eso si no lograba entender. No entendía como al pelirojo le agradaba a un chico tan explosivo que parece más villano que héroe.

Eso fue su caso especial en la U.A.
Creia que Kirishima iba a por lo menos recordar su cumpleaños, pero era igual al resto de la gente, solo lo querían para hacerlos reír.

Pero...

¿Quien iba a pensar que el villano era el héroe? Muy pocos logran experimentar eso.
Y para Kaminari su héroe fue el villano de la clase. Midoriya.

Esas palabras que aún le resonaban la cabeza y alegraba su día eran palabras mágicas.

No todos los villanos eran despiadados con una ambición que se centraban solo en ellos.
Y eso lo confirmó.

For my blood, sweat and tearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora