XXVII

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—¿Estas bien Midoriya? — pregunto el bicolor a su compañero peli verde quien se vía un poco decaido, y no era para fingir sobre lo de Iida.

—Si... Lo estoy — respondió mientras sentía que algo le pasaba y después veía su mano que se sentía algo líquida —yo si... Él no creo — comentó suave pero audible para el más alto.

—¿mh? — le bicolor de percató de eso notando que la mano de su compañero se estaba volviendo barro — oh...

—Me... Siento mal — ahora comentó a lo alto el pecoso llamando la atención de los mayores que lo llevaban al hospital — iré al baño — anuncio, y esque se le veía algo mareado y pálido, los héroes creyeron que era por haber llorado casi todo el camino por su compañero que estaba siendo llevado a una sala del Hospital para después ser enviado a la morgue.

—Esta bien muchacho — aceptó el héroe anciano dándole permiso comprendiendo la situación y entendiendo de que necesitaba un poco de aire y relajada a solas.

Izuku fue a donde dijo rápidamente, dentro de ese baño le esperaba el verdadero Izuku quien se veía totalmente mareado —Vaya si que estas mal. — comentó el clon.

—En vez de que me disminuya el dolor, cada vez aumenta más — comentó mientras su clon desaparecía.
Y esque el clon desaparecía no sólo si este recibía algún daño o el dueño del quirk le ordenará, sino también dependía de que el dueño del quirk este bien, si este era dañado al punto de ya no poder controlar a su clon este igual iba desapareciendo y este era uno de los momentos, sin siquiera que el clon recibió algún daño o el dueño desactive su quirk, este estaba deritiendose. —Mierda.

Por suerte el barro no se quedaba por el suelo, este desaparecía por el suelo sin dejar rastro, Izuku estaba casi en el piso aguantando el dolor de cabeza ¿porque le dolía tanto? Esto no debería de ser así.
Como pudo se lavo el rostro para que se le pasará el malestar mientras salía del baño, pero su cuerpo estaba cansado y su cabeza ya no daba más.

Cayó, sus piernas fallaron y quedó tirado en el suelo a media entrada del baño, su mente no pudo más y desmayó.
Mucho trabajo traía sus consecuencias.

[...]

—¡Kacchan! —volvió a llamar al rubio cenizo quien estaba delante suyo con otro grupo de niños que estaban jugando.

—¡Espera Deku, ya iré por ti! — le respondió su amigo ignorandolo nuevamente mientras seguía jugando con los otros niños.

Izuku estaba en una esquina de todos, estaba siendo ignorado incluso por los encargados de los niños, no dijo nada más y se quedó ahí a esperar.

Pronto todo se volvió una catástrofe, nisiquiera se recuerda los detalles de como sucedió todo eso, ahora estaba siendo tomado de los pelos bruscamente en las manos de un villano.

—¡Salvenlo, salven a mi hermano! — se escucho unos gritos desesperados por afuera, ese era su hermano.

—No podemos hacer nada niño, no podemos salvarlo.

Izuku estaba recordando esa escena, donde cambio su vida drásticamente.

Las paredes se empezaron a desmoronar, todos estaban afuera y uno solo entró dentro para buscar al rehén, el techo cayo justo en este cuerpo del pequeño héroe que había sacrificado su vida para salvar a su hermano.

—Hermano... Hermano... ¡Hermano! — los ojos del aquel niño con pecas se ahogaban de lágrimas cada vez más, y las lágrimas salieron —¡¡¡Hermano!!! — y el dolor volvió a su corazón, ver esa escena donde su hermano mayor estaba en sus brazos lleno de sangre, una madera clavado en su pecho y su rostro algo irreconocible.

For my blood, sweat and tearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora