IV

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Habia pasado ya tres meses y el pecoso no había parado de entrenar todos los días, hasta se había estresado un poco ya que empezó a dormir menos debido que en el día estudiaba, tarde y casi noche entrenaba y después llegaba a casa para hacer los análisis y seguir estudiando en sus clases. Ya que se le pidió que porfavor tenga buenas notas y bueno aunque no se les pidiera eso el jamás bajaría sus notas así que estaba agitado en esos tres meses, la madre de Izuku pensó que solo era algo de su pubertad querer entrenar su cuerpo y no sospecho nada. De ves en cuando Izuku faltaba a clases para dedicarse ese día entero a entrenar. Kacchan sospecho pero no tenía ninguna prueba de que el estuviera haciendo algo malo, en ese tiempo no lo volvió a molestar y eso era un alivio para el peli verde. No quería enfrentarlo y aunque empezó a entrenar su cuerpo se veía incapaz de enfrentarse a Kacchan recordando su singularidad. Sobre los muertos no hubo sospechoso y se considero desaparición, ya que estos fueron hechos polvo por Tomura y ahora solo estaban desaparecidos.

Faltaban 5 meses antes de que el colegio termine y que la mayoría haga una prueba para entrar a algún colegio de Héroes mientras Izuku solo se concentraba en su entrenamiento. Aveces iba a robar bancos o cosas así para practicar con la pistola y todos los nervios se le vayan y daba buenos resultados y así también daba una parte a la liga y la otra se le permitía llevarsela, no era necesario pero tampoco se le permitió rechazar.

Su cuerpo a diferencia de antes se notaba cambiado, así como su miedo y todas esa cosas débiles que ante tenia. Pero seguía actuando como un niño sumiso e inocente para que nadie sospechara que estaba cambiando. Bueno tampoco era como si a alguien le importara eso pero asi lograba engañar a las personas. Con su cuerpo pequeño, ojos inocentes, rostro incomprensible, sonrisa magnífica, pelo adorable y actitud sumisa. Hasta daba ternura si se le veía.

También en ese tiempo se sintió liberado en la liga, según ellos ya tenían a más personas pero para no levantar sospechas no ingresaban muy seguido al bar aparte de los tres primeros e Izuku.
El peli verde le había contado su historia a Tomura aunque este mostraba fastidio y desinterés por tener que escuchar a otra persona de sus problemas. Como si el no tuviera los suyos, pero lo escuchaba y aunque no lo animaba como esperaba el pecoso lo apoyaba. Izuku se sentía bien en ese lugar, además que Kurogiri no siempre era estricto con el, le daba recomendaciones y todo eso. Para muchos estos pequeños detalles son lo más normal que hacen la sociedad pero para este chico de ojos esmeralda eran cosas nuevas que agradecía al destino por encontrar a la liga.

—Creo que ya estás listo —comentó Tomura quien apareció de la nada en el lugar de entrenamiento.

—¿Usted cree? ¿No será muy pronto? —dudo el portal.

—Si solo nos concentramos en lo físico después no habrá tiempo de practicar el resto —comentó Tomura— Además mi maestro dice que ya es hora.

—Bueno si ese es el caso ¿Lo llevo donde él?

—¿vas a llevarlo asi como esta? —Si bien su maestro era una persona muy importante para Tomura y llevar al preciso de esa manera, desordenada, sudada, cansado. No era una buena imagen— que descanse por hoy, ya es tarde. Mañana será.

—Esta bien.

Izuku escucho toda la conversación sin dejar de practicar en las pesas que tenía que levantar, no entendía muy bien pero prefería no preguntar, dudaba que Tomura le dijera algo.

—Izuku, tómate el tiempo que queda libre. Mañana el maestro quiere verte.

Izuku se sorprendió por tal información, ya estaba ansioso por conocer al maestro de Tomura y que la vez nervioso, quería que vea su progreso y saber cual sería su misión definitiva.

For my blood, sweat and tearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora