Bucky & Steve

10

—Entonces ¿Rogers va venir?

Bucky alzó la vista, Jacques sonreía, y Bucky no sabía si su amigo se estaba burlando o estaba hablando en serio. Ambos estaban en el departamento del último, alistando los aperitivos para la fiesta.

—No lo sé.

—Que lastima —y sonaba a un lamento— que seas tan lento.

Bucky y Jacques se conocían desde los seis años, en la primaria, cuando le obligaron a sentarse juntos. Aunque no hablaron al inicio porque que en ese entonces Jacques solo hablaba francés –aunque luego Bucky se enteró que Jacques fingía no saber otro idioma– Fue después, cuando se les ocurrió a ambos liberar las ranas del laboratorio, lo cual hicieron, que se dieron cuenta que serían buenos amigos. los mejores. Para cuando paso el año, ambos eran ya populares por su destreza en varios juegos deportivos, y por defenderse de algunos idiotas que se burlaban de Jacques.

Y porque en pleno siglo veintiuno aún había gente estúpida que no enseñaban a sus hijos sobre la complejidad e importancia de la familia en la actualidad, o almenos sobre el respeto. Los padres de Jacques eran dos hombres: Maurice, un inglés y Alec, un francés. Y su historia de amor siempre hacía reír a todos los que lo oían. Resultaba que Maurice se iba casar con una mujer, pero una noche antes conoció a un guapo turista francés, y como una loca película ambos se escaparon a Francia. Jaques dice que quizá era porque Maurice quería salir de closet de una manera dramática, pero que en el camino se había prendado de Alec. Luego esos dos se casaron y tuvieron a Jacques, bueno, nació de un vientre alquilado y no se sabe de quién es el espermatozoide pero eso son detalles sin importancia. Lo importante era que años después, Maurice; corredor de bolsas, tuvo una oferta laboral en América, así qué como Alec era profesor de idiomas, empacaron maletas y ahí estaban. Aunque de todas formas Jacques no dejaba su acento pues cada año sus padres y él viajaban a Francia a pasar una temporada con la familia de su papá, incluso a viajar de mochileros por varias partes de Europa. Y no, no eran millonarios, solo que Alec tenía mil formas de llegar a un lugar con poco dinero.

Entonces, quizá por eso, Jacques era la persona mas liberal que Bucky había conocido.

—No soy lento —Bucky hizo una mueca de desespero— además ¿Por qué lento?

Jacques suspiró poniendo los ojos en blanco, amaba a Bucky hasta la médula; era como su hermano y la persona más benévola que había conocido, y había conocido a mucha gente, pero a veces era algo quedado para entender entre líneas y distraído sobre si mismo. Tenía que ir directo con él.

—Bien, Bucky, aprovechando que solo estamos tú y yo —Jacques sonrió, dejando la gran bolsa de papas que estaba abriendo sobre la mesa—te gusta ese chico.

Bucky se quedo mudo, tieso, hecho piedra. Desvío la vista hacia Jacques que lo miraba fijamente. No sonreía pero tampoco estaba serio. Y Bucky no sabia como reaccionar, que decir. Nada. de pronto su mente estaba en blanco.

—¿Cómo? —al fin logro decir.

—Que te gusta Rogers —Jacques se encogió de hombros con una sonrisa obvia.

Y podían creer que Jacques parecía que miraba a todos sobre el hombro, pero con su amigo no se le escapaba nada, bueno, se le había escapado al inicio, pero en su defensa nunca se había fijado de Rogers. Luego fue testigo como Bucky lograba encontrar  a Rogers en un mar de gente, con lo pequeño que era ese chico, además de la sonrisa que ponia cada vez que hablaban  Mon Dieu! Le brillaban los ojos.

—No te has dado cuenta ¿Verdad? —continuó Jacques.

—No, es decir ¿Hablas en serio? —porque Bucky había jurado hasta entonces que era una broma larga que Jacques no quería soltar.