Un día de abril.
Nunca fui bueno para hacer amigos.
Al comienzo, suponía que era por mis faltas a la escuela, incluso un semestre solo me presenté para los exámenes finales. Apenas conocía a mis compañeros, no sabía sus nombres ni ellos el mío. Recuerdo ese tiempo igual a mirar una foto desenfocada. Rostros y escenarios desenfocados y la presencia de vivir en tres lugares al mismo tiempo: mi casa, la escuela y el hospital. Sin embargo, estaba seguro de que un día las cosas serían normales, que podría tener una vida de estudiante común. Sin embargo, después descubrí que lo normal no es del mismo color para todos, varia.
Un día, en la sala de juegos del hospital, un niño dejó caer de casualidad su bebida en uno de mis dibujos. Él se disculpó y fue todo, pero cuando regresé a mi habitación el niño estaba ahí. Era uno de los niños con quien compartía la habitación, y recién me había percatado de él. Y en ese momento, creo que fue en ese momento cuando tenía siete o quizá ocho años cuando me di cuenta que se trataba de mí. Había estado rodeado de muchos niños los cuales nunca conocí sus nombres, nunca hablé con ellos; incluso cuando alguno me invitó a jugar. Porque tener alguna relación con alguien que no fuera mis padres era igual a ver algo lejano y desconocido. Yo era quien había querido estar solo. No sabía el porqué, aun no estoy seguro, pero me había acostumbrado a estar así en algún momento: antes de saberlo, después, y lo había aceptado como tal. Sin pensarlo realmente, solo siendo algo mío, mi naturaleza de colores tenues. Hasta que llegó Peggy y todo se revolvió. Puedo decir que estaba pintando un cuadro de azul noche y de pronto aparece una mancha roja. Rojo ocaso. Primero en un lado y luego en el centro, y quizás algunos intentarían quitar la mancha o pintar sobre este, pero el color se mezclaría, cambiaría los tonos. Todo cambiaría. Quizá otros tirarían el cuadro, otros los haría funcionar y quizá algunos como yo, sin saber qué hacer, no harían absolutamente nada y dejarían el cuadro con ambos colores. Así Peggy y yo permanecimos en un cuadro, cada uno cubriendo su propio espacio nos convertimos en amigos.
Y luego la quise, luego descubrí que no había apartado la mirada de aquel color.
Peggy es todo el rojo que yo no soy: es fuerza, poder, ella arde sobre los que la intentan apagar. Por eso en ese entonces había sido inevitable admirarla y quererla. Aun lo hago, es diferente, pero aun lo hago. Por eso, cuando nuestra relación cambio yo pensé, por fugaces destellos, que sería para siempre. Pero quizá el problema no fue el pensamiento soñador de un para siempre, sino el corto tiempo de esos pensamientos, pues la otra parte, la gran mayoría era una voz diciéndome que en cualquier momento ella me dejaría y encontraría alguien mejor. La misma voz que me había repetido desde siempre: tus padres merecen un hijo mejor, más sano, más fuerte, más inteligente, más sociable, más y más.
Este pensamiento no se fue, pero Peggy sí. Nuestra relación acabó tal sonido de campanas en un domingo.
Quizá muchos amigos después de terminar una relación se alejan; pienso que debe ser como ver el cuadro transformado y pensar como no funciona ni encaja en ningún lado, pero Peggy y yo seguíamos encajando a pesar de todo. No negare, a veces dolía, otras veces no tanto, a veces pensaba si podríamos volver y otras como era suficiente con ser amigos. Nos cuidábamos las espaldas como un equipo.
Hasta que fallé.
No había escuchado nada sobre el rumor hasta el día que descubrí el asunto de las notas. Esa mañana parecía cualquiera, estábamos platicando cuando abrió su casillero y la hoja flotó cayendo al suelo. Solo después de recogerlo me di cuenta que Peggy había intentado detenerme, y cuando lo leí el mundo se tambaleo bajo mis pies. Aquellas desagradables ahora no son más palabras, es una imagen estampada en mi cabeza, una sensación escabrosa en mis sienes. Encendió una chispa peligrosa dentro de mí.
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Bucky & Steve
FanfictionBucky es popular, Steve invisible, y el cine es el universo que ambos adolecentes conocen. ★★★ Bucky es popular, un buen deportista e inteligente, todos lo quieren como amigo o novio. Steve a apesar de su apariencia de nerd solo es bueno dibujando...