Bucky & Steve

Extra o capitulo 22,5

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Steve no pensaba en el día de San Valentín como algo propio, como algo que debía "celebrar", ni siquiera cuando salió con Peggy Carter. Aunque cuando estuvo con ella no cruzaron esos meses. Pero ese no era le motivo, en realidad, siempre había sentido ese día demasiado lejano de él. Incluso cuando había crecido viendo a sus padres celebrarlo, saliendo algún lugar o preparando una cena con dulces que no terminaban de comer. Aunque en realidad, sus padres solían salir o hacer cenas con dulces que nunca terminaban en fechas sin nombres. San Valentín solo se difería por los colores de la decoración, sin eso, era un día cualquiera. Y así era, año tras año, hasta ese catorce de febrero.

Sabía que ese catorce no era diferente, estaba seguro de que el año anterior y el anterior Bucky había recibido casi la misma atención. Perseguido por presentes de colores y sabores. Como era de esperar, Bucky recibía todo lo que le daban. Sonriendo amable, respondiendo atento y... Steve estaba echando humo. Eso de San Valentín sin duda era una tontería de  las empresas para vender o solo era la tiranía de un amor estereotipado con regalos absurdos y efímeros. Como cajas de bombones, tarjetas y el más llamativo ese año: un ramo de amapolas rojas.

Era evidente, quien se le dió  desconocía el significado de esas flores. No obstante, en los brazos de Bucky eran una imagen coloreado con luz.

⭐⭐

Bucky no solía recordar el día de San Valentín hasta que llegaba el día de San Valentín. Con corazones y el rojo por todas partes ese día era sobre : sus padres saliendo a alguna cena en la noche, su hermana con alguna actividad poco común y él, desde el primer año en la secundaria, recibiendo obsequios que no podía corresponder. Los chocolates no eran problema, lo agradecía con algún otro dulce; las cartas felizmente la mayoría no tenían remitentes, las que sí no esperaban respuesta; pero las flores, aquellas amapolas dentro de su casillero lo había sorprendido.

Más por su significado.

"No soy un caído de la segunda guerra" pensó, intentado bromear, cuando vio una tarjeta en que decía: lo siento, debieron  ser tulipanes. Con eso no evitó  reírse.

Así, llevo las amapolas en sus brazos por varias clases hasta después de la hora del almuerzo, las puso en un florero con agua y los dejo en la sala de profesores.

⭐⭐⭐

—¿Ustedes saben que el enamoramiento es solo una reacción química? —dijo el profesor Banner.

Steve dejó de escribir y levantó la mirada, algo confundido del reciente cambio de tema de la clase.

—Aqui —señalo su cabeza el profesor—. La feniletilamina, C8H11N, este aminoácido provoca exaltación, alegría y euforia, los síntomas más resaltantes en el enamoramiento. Además que también secreta dopamina cuan feliz se pueden sentir con esa persona. —Sonrió o algo parecido, haciendo un gesto con la mano—. Saben, feniletilamina está presente en el chocolate; no es casualidad que se reciba tanto en un dia como hoy.

Los alumnos rieron. Steve no, se sintió frustrado de repente, sonaba más simple de esa manera, muy simple aún cuando no se sabía la tabla periódica.
Todo aquello de enamorarse funcionaba en la cabeza, no en el corazón, no en el alma. No. Solo era algo como escuchar música, leer o incluso estudiar química. Una reacción del cerebro.

Sus ojos rodaron hacia su lado izquierdo, girando levemente hacia Bucky, sentado a dos filas de él. Tenía la vista hacia el profesor, inclinando su cabeza hacia un lado. Reconocía ese gesto. Estaba pensado, formulando preguntas y respuestas para empezar un debate con el adulto. Sin embargo, Bucky giró la vista hacia él.