49

43 9 8
                                    

Las películas afortunadas para el horario fueron Seven, Llámame por tu nombre y un documental de la segunda guerra mundial. La lucha empezó con intercambios de miradas: primero hacia los pósters y luego uno a los otros. Steve estaba seguro de que se trataba de una estrategia para encontrar aliados.

—No me gusta el romance —dijo al fin Dugan—. Y a Monty tampoco le va gustar. 

—La opinión de tu amigo no cuenta hasta que esté aquí, además, ¿Que romance? —respondió Denier señalando el poster de la película—. Es un drama, que seguro terminara con lágrimas. No mías por supuesto.

—Pero esos dos son pareja, se nota —señalo Dugan. 

—Sí, sí, pero eso no quiere decir que termine con corazones y felicidad. La mayoría de esas películas tienen finales trágicos.

—¿Lo has visto? —preguntó Morita mirando a cualquier parte menos a Jaques.

—Claro que no —luego se dió cuenta—, pero es un hecho, con lo clichés que son este tipo de historias.

—Odio estar deacuerdo con Jaques, pero es cierto—intervino Bucky— la mayoría no termina bien.

—Veamos Seven, se cómo de terror —intervino Sinclair.

—Si es el caso, podemos ver el documental —opinó Steve. 

Gabe estuvo deacuerdo.

—Pero, chicos, Seven es misterio policiaco y seguro va sobre los pecados capitales —comentó Bucky.

Luego todos se quedaron en silencio con la mirada en el póster.

—Aún no deciden nada, ¿verdad?

Steve se giró, y encontró a Peggy y Sousa tomados de la mano, a su lado había una chica que Steve reconoció por alguna fotos de las redes de su amiga.

—Hola, chicos —la chica nueva se adelantó con una sonrisa que podría ganar cualquier concurso. Era rubia, de cabello corto y ojos claros.

—Hola —sonrió Dugan, y dió un paso hacia adelante—. Debes ser amiga de Cárter. 

—Que suspicaz —respondió Peggy, luego miró hacía los demás—. Ella es Angie, es una conocida mía. 

—Soy su mejor amiga desde hace un par de meses, aunque aún estoy esperando mi placa oficial de mejor amiga.

Jaques soltó una carcajada.

—Vaya, al fin alguien que sabe sobre esas placas. 

Angie sonrió, y Dugan le dió una breve mirada de amenaza a Dernier, pero al volver su expresión cambió. Sin decir ni una sola palabra se alejo, hasta donde un chico tenía la vista en los videojuegos de fichas. Este sonrió apenas vió a Dugan, era solo un poco más bajo, pero más delgado y llevaba un arete lago con una cruz al final en la oreja izquierda. 

—Hey chicos, él es Monty —le señaló. 

Todos le saludaron, pero Monty tan solo sonrió. Luego hizo unas señas con la mano en dirección a Bucky. 

Todos miraron a la vez. Bucky estaba sonriendo, haciendo otra especie de señas. Y luego ya era claro: lenguaje de señas. Steve no lo había visto venir. 

—¡Barnes! Sabes lenguaje de señas —dijo Dugan contento. 

—Solo lo básico, lo siento.

—¿Qué dices? es mejor eso que nada —respondió Dugan, dándole palmaditas a su amigo—. Monty es sordo de nacimiento. 

Todos asintieron, pero Steve se quedó sin saber que hacer. Un poco culpable por no saber siquiera decir “hola, ¿Como estás?” Con señas, y un poco celoso de Bucky por saberlo.

Bucky & SteveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora