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Buck: Steve, hay un manga que deberías leer, pero quizá llores

Steve estaba seguro de que Bucky no era de mangas que hicieran llorar. Releyó el título y no sonaba a una historia que hiciera llorar, sino a los típicos shonen del poder de la amistad y ser más fuerte. Aún así lo reservo para leerlo luego.

Buck: también podemos ver el anime, cuando tengas tiempo :)

Cuando tenga tiempo. Y solo esas palabras le recordaron lo enojado que estaba por no haber aceptado la invitación de Bucky. ¿Que le había pasado? Se había preguntado durante toda la clase de Genética de la Profesora Moira.
No había mentido del todo sobre quizá no poder, tenia tareas y presentar un lienzo de grises en el club, pero estaría libre el domingo y él había dicho: No.

Que idiota.

Pero, y no era una escusa, Romanov era la causante de que Kamala y Bucky se conocerían. Era obvio, después de todo ese dia Romanov lo había abordado y no para ofrecerle su amistad.

—Quiero hablar contigo —habia dicho ella.

—Claro. —Porque era la segunda vez que ella le pedía eso.

Sin embargo Romanov sonrió y señaló sobre su hombro. Ahí estaban Bucky y Kamala. Ella  sonrojada y él parecía que ganado la lotería en medio de deudas.

—No sé que tipo de relación tienes con James, pero no creas que durará. Se aburrirá de tí sin que te des cuenta.

Steve podía manejar los golpes, pero ese se había sentido como uno directo a la boca del estómago. Lo dejó petrificado, sin palabras. Entonces ella rodó los ojos y se alejó, dejándolo con la respiración pesada.

Luego fue grosero con Bucky.

"Es una buena idea", respondió al mensaje. Segundos después recibió un sticker de gatito de ojos brillantes. Steve sabía que debía disculparse, no escuchar a Romanov y aclarar su mente. Pero su mente parecía estar en el pasado y futuro a la vez.

El lunes, durante el descanso, buscó a Bucky de arriba a bajo negandoce a escribirle. Iría directo al grano, sin vueltas. "Bucky, ese día fui un idiota" y Bucky preguntaría "¿Por qué?" Y Steve respondería, respondería. No sabia que iba responder, ni el mismo lo entendia.

Entonces lo encontró. Bucky salía del aula del profesor Erick. Bucky no parecía él mismo.

Había visto esa expresión una sola vez y había creído que fue un error de perspectiva. Un error que fué capaz de encoger su pecho y dejarlo helado. Dió un paso adelante para alcanzarlo, pero Kamala apareció del otro lado del pasillo y llamó la atención de Bucky. Otra cosa impresionante pasó, pues la mirada de Bucky cambio en un parpadeo.

Ella sonrió y él también, parecía algo avergonzado cuando le mostró una hoja. Steve quería acercarse, realmente quería hacerlo, pero sus pies estaban pegados al suelo, como si una enredadera de espinas lo tuvieran sujeto. Apretó los dientes y se giró. Mientras se alejaba creyó escuchar a Romanov burlarse: "te lo dije."

No. Era absurdo, hablaría con Bucky y daba igual que dijera Romanov o su cabeza. O las espinas. No obstante, los días pasaron como un borrón. Martes y miércoles apenas se cruzó con Bucky, que era arrastrado por Denier a las prácticas de fútbol; jueves y viernes lo encontraba con una sonrisa y bolsas bajo los ojos, pero cuando querian hablar aparecía alguien para preguntarle a Bucky sobre un trabajo de ciencias, alguna tarea de matemáticas o, en el peor de los casos, Kamala con los ojos brillantes y moviendo su sedoso cabello. También estaba Romanov dándole palmaditas en la espalda, aunque ella, junto a sus mejores amigos, había sido desde siempre una constante.

Bucky & SteveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora