La película resultó ser buena, demasiado buena si le preguntaban a Steve. Y si alguna vez debía recomendar una película sobre un asesino en serie, con aires de salvador, demasiado sentimental para ser psicópata y demasiado meticuloso para no serlo, Steve diría: Seven.
—¿El protagonista era Leonardo Di Caprio? —preguntó Angie, mientras salían de la sala.
—No, el actor era Brad Pitt, hace poco trabajó en Había una vez en Hollywood —respondió Bucky.
Steve alzó la cabeza, y vió el preciso momento en el que Angie se acercó a Bucky y se colgó de su brazo. Ella sonrió, como si fuera parte de ella, tan natural como su ondulada cabellera rubia.
—Sabes mucho de películas, ¿Eh? —preguntó.
Bucky rió. ¡Se rió! Y Steve no supo si la canchita que comió hace unos minutos se convirtió en piedritas o espinas. Quizás ambas.
—No es justo —escuchó a Dugan al otro lado. Se veía como si estuviera mascando vidrio—. Siempre se queda con las chicas.
Steve volvió hacia Bucky y la amiga de Peggy, ambos aún estaban conversando y sonriendo. Suspiró en silencio. “Bien Steve”, se dijo, “no es nada, solo están hablando de películas y riendo como personas normales. Además, yo no debería estar siquiera mirando". Pero estaba mirando y recordando lo sociable que era Bucky, y que Peggy le había hablado un par de veces sobre la extrovertida de su amiga. Por tal, no había nada que decir al respecto, eran solo dos personas compatibles que se conocieron y…
—¿Steve?
El corazón de Steve saltó, estaba dispuesto a negar todo hasta el infierno.
—¡¿Sí?!
Era Bucky, lo estaba observando entre extrañado y divertido. No había rastro de la la señorita compatible.
—Te decía: si jugamos algo —Bucky señaló hacia los juegos.
Si Steve no tuviera esa cosa espinosa en la cabeza, hubiera dicho "sí" sin pestañar, pero en su lugar miró hacía otro lado y cruzó los brazos.
—Si es que te alcanza el tiempo —respondió con la indiferencia de un piedra.
No hubo respuesta, por lo que Steve se digno a mirar al otro chico por el rabillo del ojo. Bucky lo observaba como si hubiera hablado en otro idioma. Que descaro. Pero la salvación de un descontrol hormonal llegó en forma de dos adolescentes muy diparejos: El sonriente amigo de Dugan y el inespresivo Morita.
Morita levantó un puño lleno de algo que Steve no pudo identificar.
—Los cuatro —dijo sin más.
Bucky soltó un carcajada.
—¡Pues vamos! —exclamó, y se volvió hacia Steve—. Jim nos está invitando a jugar, tiene muchas monedas que al parecer quiere gastar.
—No te acostumbres —el aludido respondió.
—Jamás.
Monty hizo señas con las manos y Bucky le respondió con otras señas al tiempo que decía:
—No te preocupes, si Jim te ha invitado es porque quiere que juegues con nosotros.
El chico sonrió. Steve miró a Jim y este le devolvió la mirada, fría e indiferente, Steve no era nadie en el mundo para negarle algo.
Los cuatro hicieron un turno para elegir los juegos, primero Jim escogió un de carreras y Bucky estableció que aquel con menos tiempo ganaría. Porsupuesto Bucky ganó, seguido de cerca por Morita, luego Monty y Steve. El auto de Steve había volado, chocado, ido de reversa y hasta casi explotado. Bucky había tratado de guiarlo durante el juego, pero Steve se había negado. Era una competencia, por dios.

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Bucky & Steve
FanfictionBucky es popular, Steve invisible, y el cine es el universo que ambos adolecentes conocen. ★★★ Bucky es popular, un buen deportista e inteligente, todos lo quieren como amigo o novio. Steve a apesar de su apariencia de nerd solo es bueno dibujando...