Afecto de padre

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Prim y Newt regresaron a la mansión, ambos sonrientes, adorables, como los perfectos señoritos de sus respectivas familias, al verlos entrar, los Birdwhistle supieron que algo no estaba bien, su mirada salvaje se posó sobre la pobre sirvienta que los había acompañado, la chica sintió la presión interrogativa de aquella familia de felinos.

La mirada de la sirvienta los delató, al menos a los Birdwhistle, los Crawford eran tan ciegos como topos cuando se trataba de algo ajeno a ellos, una familia con egocentrismo fluyendo por sus venas, Newt oficialmente era cómplice de las fechorías Birdwhistle.

En cuanto Prim miró a Niel, su gesto cambió a uno de tristeza y vergüenza total.

- Lord Crawford, ¿pero qué he hecho?- dijo la chica con voz entrecortada acercándose a Niel quien la miraba con ojos de odio, los Marqueses sintieron pena por la chica.

Prim intentó tocar la inflamada nariz de Niel, pero el chico esquivó el rose de Prim, la rubia se cubrió la boca con lágrimas en los ojos, la mirada del Marqués se encendió con enojo.

- Niel, discúlpate con la Señorita- ordenó el hombre, Niel no podía más.

- ¿Disculparme?, no voy a disculparme con Ella- sentenció Niel desafiante.

La Marquesa encogió los hombros en desesperación, el Marqués se acercó con firmeza a Niel y, como nunca lo había hecho, dio una bofetada Niel, eso no estaba en el plan Birdwhistle, pero había sido una adición que daba cierto placer a su nuevo aliado, Newt escondía su satisfacción detrás de su usual gesto de fastidio, por lo menos por una vez, Niel probaría lo que era el "afecto" de Padre.

Niel quedó sorprendido y dolido, tanto que enmudeció, y su actitud cambió radicalmente, aún con mirada ausente miró a Prim.

- Lo lamento Señorita Birdwhistle- murmuró.

El Marqués asintió antes de dirigirse a la familia.

- Una disculpa por el terrible comportamiento de mi hijo, nosotros nos retiramos, Newt...- llamó el hombre, Newt obedientemente se posó a lado de su madre. -... exquisito almuerzo, agradable compañía, con respecto al incidente en el parque, no se preocupen, yo mismo me encargaré de callar cualquier rumor que llegue a mis oídos, no puedo permitir que algo tan absurdo afecte a una Señorita tan adorable como Primrose, ni a mi hijo...- dijo el Marqués, el objetivo de la visita se había logrado, una vez más los Birdwhistle estaban salvados, los Crawford se encaminaron a la salida, pero antes, el Marqués se detuvo y se giró hacia la familia de rubios.- ... y por cierto, espero que continuemos con esta buena relación que hemos comenzado a construir, nosotros Crawford no tenemos ninguna hija en nuestra familia, por favor, permitanos tratar a las suyas como nuestras, a partir de ahora procuraré que sus niñas y por su puesto, el Joven Hugh, sean invitados a todo evento social y privado que sea posible, ansío que toda Isveria vea cuan maravillosas son las dos avesillas Birdwhistle.- concluyó el Marqués.

La Condesa acompañó a los invitados a la salida y los despidió con su radiante sonrisa.

Tan pronto cerraron la puerta los Birdwhistle soltaron resoplidos de alivio, Fenrir se tumbó en un sillón desgastado de tanta preocupación, Tulip se recargó en la puerta y los tres hijos saltaron de emoción ante la aplastante victoria, incluso los sirvientes sonreían aliviados.

- ¡¿Viste como la raqueta dio justo en la punta de su nariz?!- se burló Prim.

- ¡Estaba aterrada!, no pensé que fuera a salir bien- dijo Dhalia riendo hasta las lágrimas.

- ¿Acaso Hermana Mayor duda de mi puntería?- dijo Hugh con falsa indignación.

- No había forma de que saliera mal- dijo Prim con orgullo.

- ¡Claro que no!, si cuando quieren Hugh y tu comparten la misma mente y cuerpo- indicó Fenrir con voz exaltada, los hermanos comenzaron a reír.

- Crawford se lo merecía- aseguró Hugh.

- Hablando de Crawford, Primrose, ¿qué trato macabro hiciste con el segundo Crawford?, llegaron muy sonrientes- atacó Tulip, volviendo a la sala con los brazos sobre el pecho, Prim se encogió de hombros.

- Nada que no sea beneficioso.- respondió la rubia.

Tulip no se quedaría con la duda y miró a la sirvienta que los acompañó.

- Amelia, habla- ordenó Tulip, la chica se erizó avergonzada.

- Señora yo...- comenzó la chica con voz temblorosa.

- Mamá, no interrogues a Amelia, sólo le conté a Newt lo que decían de él en la calle y le dije que podíamos ayudarnos mutuamente- explicó Prim sentándose a lado de su padre quien la miró con gesto curioso.

- ¿Newt?- cuestionó Fenrir.

- ¿No habrás negociado tu matrimonio con el niño Crawford?- preguntó Tulip con su imaginación volátil, de inmediato Prim negó con la cabeza y gesto ofendido.

- ¡Dios!, madre, ¡No!, no negocié mi matrimonio con Newt- aclaró Prim.

- Es una lástima, creo que es lindo- comentó Tulip sentandose en su sillón y retomando su bordado.

- ¿Entonces porqué sigues llamándolo "Newt"?- interrogó Hugh sentándose a lado de Prim, padre e hijo apretujados en el sillón miraron curiosos a la pequeña rubia entre ellos.

Prim puso los ojos en blanco.

- Es parte de nuestra nueva alianza, si vamos a confiar en el otro, nos llamaremos por nuestros nombres- afirmó Prim.

- Tal vez un día debamos llamarlo "hermano" ahora que el Marqués nos quiere tratar como sus hijas.- comentó Dhalia sentándose a lado de su Madre en un sillón aparte.

- Ese Marqués víbora solo quiere casar a una de mis niñas con uno de sus lagartos- sentenció Fenrir.

- Espero sea Newt- comentó Tulip sin quitar la mirada de su bordado, la familia rió, fuera lo que fuera, por hoy habían terminado sus preocupaciones.

De regreso a la residencia Crawford el Marqués mandó a llamar a Newt a su oficina.

- ¿Padre me llamó?- preguntó el chico, Lyn fumaba un puro con mirada ausente.

- Siéntate- ordenó, de inmediato Newt obedeció y esperó pacientemente a que su padre hablara.

Lyn salió de sus pensamientos y miró a Newt con ojos punzantes.

- ¿Qué opinas de las Birdwhistle?- preguntó, a Newt le sorprendió la pregunta.

- Creo que son Señoritas agradables y educadas- dijo Newt con su respuesta más neutral que pudo.

El Marqués asintió.

- Son hermosas y brillantes, aún así tu hermano insiste en que son peligrosas, si lo son también es bueno, nosotros Crawford podemos tomar el título de domadores de bestias, un león domesticado puede ser una buena arma- pensó Lyn en voz alta.

- ¿Señor?- cuestionó Newt sin entender los pensamientoa de su padre.

- Mantén tu amistad con la Señorita Primrose, me agrada, ahora, retírate- ordenó Lyn, Newt se puso de pie, que su padre autorizara su amistad con Prim no le daba buena espina pero por el momento, seguiría el juego, con ello en mente, salió de la oficina, por la mañana tenía que hablar muy seriamente con Paul y Penny.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora