Patético y miserable

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Un par de días después, Newt avanzó decidido hacia el palacio a su usual reunión con sus amigos, en su mente repasaba una y otra vez las preguntas concisas con las que aclararía los rumores que Prim le había dicho.

Esperó a que el sirviente lo presentara, podía escuchar las risas de Penny y Paul dentro de la habitación.

- ¡Newt!- saludó Penny con su amplia sonrisa al verlo entrar, Newt hizo una reverencia sin decir una sola palabra, su gesto no era el de usual fastidio, era sombrío y conflictuado, la sonrisa de Penny se borró de inmediato.

Paul notó que algo no estaba bien y se puso de pie para enfrentar a Newt.

- Viejo, ¿qué pasa?- preguntó Paul con voz serena.

- ¿Qué pasa?, eso mismo quisiera que me aclararan?- comenzó Newt, maestro en agresiones pasivas.

- Primero dinos a qué te refieres- insistió Paul, Penny se mantenía sentada en silencio, su instinto le decía a donde se dirigía eso.

Newt suspiró poniendo sus pensamientos en orden.

- "Patético y miserable" - recordó Newt en voz alta, al escucharlo Penny se puso de pie.

La reina entreabrió los labios para hablar pero Newt no había terminado aún.

- ¿Por qué ocultarme los rumores que mi hermano difundió?...- cuestionó, Paul hizo un gesto confundido, ¿Niel?.

Penny tensó la mandíbula, "Niel no" pensó la Reina, pero tal vez ya estaba siendo hora que su amigo despertara, no más protección, Newt tenía que aventurarse y conocer la verdad él mismo.

- Tienes razón, ocultarte los rumores nos pareció lo mejor para tí, pero es cierto, no puedes vivir ignorante por siempre, solo espero que cuando llegue el momento no olvides que Paul y yo estamos para apoyarte- dijo Penny.

- El mejor apoyo será que no me mientan más- dijo Newt, Penny y Paul sabían que el chico no estaba completamente enojado con ellos, era con la situación.

- No lo haremos, siéntate y hablemos, la alta sociedad ya es lo suficientemente mala como para que nosotros tres peleemos por su culpa- sugirió Paul en nombre de la paz.

Newt negó con la cabeza.

- No puedo, no hoy, será otro día, tengo que irme- dijo el chico.

- ¿A dónde?- cuestionó Penny extrañada.

- Yo...tengo un compromiso-

- Un compromiso- repitió Penny.

- Sí, un compromiso- afirmó Newt entre dientes, Paul frunció el ceño.

- Creí que quedamos en no más mentiras- Paul cruzó los brazos sobre su pecho, Newt suspiró.

- Birdwhistle, tengo un compromiso con Birdwhistle, al que ya voy tarde, con permiso- se despidió Newt apresurandose a salir.

En realidad, Newt no tenía ningún compromiso con los Birdwhistle, pero no quería quedarse en el palacio, seguía molesto y esa reunión se haría eterna.

Paul y Penny lo vieron marcharse.

- Creí que le dirías que fue Windside quien esparció esa mala imagen- dijo Paul tan pronto estuvieron solos.

- Su obsesión con Windside es tan grande que no me lo hubiera creído y solo hubiera hecho este asunto más grande, ya lo viste, y eso que sólo creyó que fue Niel- explicó Penny.

- Un día se va a enterar- aseguró Paul volviendo a tumbarse en el sillón.

- Solo espero no sea demasiado tarde y no nos culpe de eso también- suspiró Penny.

- Si vemos el lado positivo de esto, Newt comenzará a involucrarse más en los eventos sociales-

- Aunque no estoy segura de que tan buena sea su nueva relación con los Birdwhistle- dijo Penny pensativa.

Paul notó a Penny muy reflexiva, incluso preocupada, Paul se puso de pie y se sentó a lado de Penny tomando su mano con gentileza.

- Newt siempre fue el menor de nosotros tres, pero ya no es un niño, él sabrá qué camino tomar cuando llegue el momento, al igual que tú y yo, y... al menos por mí, mi camino siempre estará junto a tí- confesó Paul seriamente, Penny sabía lo que significaba, un sentimiento latente y obligado a esconderse dados los orígenes de cada uno, pero ahora ella era la Reina, y la decisión no la tomaría nadie más.

Penny sujetó la mano de Paul y le dirigió una sonrisa dulce.

Por otro lado, Newt subió a su carruaje, ¿qué haría ahora?, no quería quedarse en el desayuno de Penny, pero tampoco quería volver a casa, no tenía más amigos con quien escapar, tal vez podría desaparecerse solo por unas horas en el parque, o, quizás, solo quizás, podría volver su mentira realidad.

- A la residencia Birdwhistle- ordenó al conductor sin pensarlo mucho.

Tal vez Prim tendría algún consejo, algún avance en el plan o sólo alguna distracción, no quería estar solo y no sabía con quién más contar.

El trayecto fue silencioso y lleno de largos suspiros, Niel no tendría ese conflicto, todos querían a Niel así que él solo tenia que visitar a cualquier familia de Isveria y lo recibirían con los brazos abiertos.

Cuando menos lo pensó estaba frente a la residencia Birdwhistle, un extenso territorio de amplio jardín, al menos ahora podía prestar mayor atención a los detalles del lugar sin la presión de la presencia de su padre.

¿Cuál sería su excusa?, no había pensado en nada para la visita, no llevaba ni siquiera algún presente, ¿qué clase de intruso era que ni si quiera llegaba con una ofrenda de paz?, por un momento incluso pensó en dar la vuelta y marcharse pero ya era demasiado tarde, ya había tocado el timbre.

"Mierda"

Segundos después, una alta y corpulenta figura abrió la puerta.

- ¿Crawford?- Hugh lo miró extrañado.

De todas las personas que pudieron atenderlo, Hugh era la última a la que quiería enfrentarse.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora