Baile

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- ¡Listón Azul!- saludó Ada.

Prim miró a la espiga pelirroja por un par de segundos, procesando la identidad de aquella ladrona de listones.

- Lady Ascort, Duquesa de Wellinburg.- Prim respondió el saludo, Maddie y Dhalia también las miraron curiosas.

Ada torció el gesto levemente.

- Solo Lady Adeline, mamá es Duquesa de Wellinburg, y después de mamá y papá seguirá Albert, yo no- explicó Ada.

- Lástima, creí que como ocurrió con la Reina, los títulos podrían pasar ya a una mujer, cuanta renuencia al progreso.- suspiró Prim.

- ¿Verdad que sí?, pero papá insiste en la tradición del primogénito varón.- continuó Ada.

- Pero que sorpresa, ya se conocen.- afirmó Penny.

- Lady Crawford robó mi listón.- aseguró Ada, Prim le lanzó una mirada desafiante.

- Al contrario, yo lo había visto primero.- reprochó.

Ada frunció el ceño con falsa ofensa.

- Supongo que le cederé esta victoria Lady Crawford, mas no se acostumbre.-

- Pero que humilde de su parte Su Excelencia, permítame le presento a mi hermana, Lady Dhalia Birdwhistle y mi cuñada, Lady Madeline Birdwhistle.- presentó Prim, Ada saludó emocionada, Prim le hacía sentir bienvenida, como aquellas amigas del campo en la antigua Residencia Ascort.

- Como siempre, puedo contar contigo Lady Primrose, Newt no se equivocó contigo, dejo a mi prima a tu cuidado, tengo que saludar más gente.- Penny se despidió y se marchó, dejando a Ada con Prim, Dhalia y Maddie.

- Su Excelencia, es prima de la Reina, ¿acaba de llegar a Isveria?- preguntó Dhalia.

- Acabamos de llegar a la Capital, somos de la región de Mearlig, el Antiguo Mearflasgad.-

- Mearlig, fue un camino largo, ¿tiene más hermanos además de las Ladys Ascort?- continuó Dhalia.

- Soy la hija mayor de cinco hermanos, además de Agnes y Augui, tengo dos hermanos varones, Albert y Alphonse.- sonrió Ada.

Maddie sonrió ampliamente y se dirigió a Prim, con intención de comentar y que Prim la tradujera.

"Seguramente ambos igual de altos y guapos que su hermana." Dijo Maddie, Prim rió, se volvió a Ada para decirle lo que Maddie comentó, pero para su sorpresa, Ada rió divertida y se dirigió a Maddie.

"¿Altos?, seguro, ¿guapos?, dales unos años más, tal vez mejoran, por ahora parecen dos pescados rojos." Dijo Ada en un lenguaje de señas tan fluido como el de Prim.

Las hermanas y Maddie miraron a la pelirroja con grato asombro.

Ada se sonrojó.

- Nuestra Institutriz en Mearlig decía que la comunicación efectiva es la mejor herramienta para el progreso, nos enseñó base de Lengua Antigua, Magalí, Langano y Lenguaje de Señas en idioma universal.- explicó Ada.

- Que Institutriz más admirable, espero Lady Ada nos comparta su conocimiento, siempre creí que el Langano era un idioma hermoso.- afirmó Prim.

Los ojos de Ada brillaron, nunca nadie había conversado sobre su inteligencia, en Mearlig simpre había sido tan solo la hija del Duque.

- Lady Dhalia.- una voz sombría interrumpió la conversación de las chicas.

Liz se acercaba, sola, con gesto duro.

Ahí estaba, ese era el momento, no había duda, Dhalia sabía lo que se avecinaba, Maddie y Prim también, se preparaban para el enfrentamiento, la única que no entendía el repentino ambiente de tensión era Ada.

- Lady Lizabeth, ¿cómo está pasando la noche?- preguntó Dhalia fingiendo normalidad.

- Un hermoso arreglo por parte de la Reina, sin embargo, no me ha sido posible diafrutarlo del todo debido a un tema que aún ronda por mi cabeza.- soltó Liz.

- Lady Adeline, ella es Lady Lizabeth Windside, la que siempre tiene un tema, casi nunca relevante, que ronda en su cabeza.- dijo Prim con hostilidad.

- ¿Cómo?- preguntó Ada confundida.

- Silencio Birdwhistle.- respondió Liz molesta.

- Prim...- reprochó Dhalia.

- Espero ahora sí pueda aclarar mis dudas Lady Dhalia.-

- No es lugar ni momento, piérdete Windside.- replicó Prim.

- Desde antes de la guerra, Lord Crawford dejó de visitarme, y no me ha vuelto a dirigir la palabra, sin embargo, resulta que usted, precisamente, ha estado recibiendo correspondencia de él, no debería preocuparme puesto que nuestro matrimonio se sugirió antes de que su actitud cambiara, pero no dejo de pensar en que tal vez usted esté haciéndose ideas fantasiosas y me gustaría esclarecerle la situación.- comenzó Lizabeth.

- ¿Lord Crawford?- preguntó Ada a Prim en voz baja.

- No sé de qué me habla Lady Lizabeth.- afirmó Dhalia.

Liz bufó con burla.

- Si quiere pretender ignoracia ese es su juego, tan solo quiero que le quede claro, Niel Crawford es MI prometido, lo que sea que hable con usted es solo por lástima y diversión, no piense ni por un momento que está a nuestra altura, mía o de él, tenga consciente su lugar, solo la pobre hija enferma de Birdwhistle.- soltó Liz.

Los ojos marrones de Prim se encendieron, la rubia no lo pensó y se acercó a Liz, en una reacción soltó una estruendosa bofetada que resonó en el salón, las invitadas más cercanas se giraron escandalizadas al ver la escena, las de más atrás se acercaban o se asomaban para ver mejor.

Liz miró a Prim con rabia, pero la rubia estaba más enfurecida, se acercó a Liz para que nadie más escuchara sus palabras.

- Niel Crawford, como todos los demás, está hastiado de ti, siento lástima por ti, no eres más que la basura que queda de  las solteras este año, y así será el año siguiente y el que sigue, porque en Isveria no habrá hombre decente que quiera enredarse con una arpía como tú, lárgate, y en tu vida se te ocurra acercarte a mi hermana otra vez.- dijo Prim con ira.

Liz se tragó el nudo de la garganta y aguantó las lágrimas de enojo y humillación, sin decir una sola palabra dio media vuelta y se marchó de la fiesta, los cuchicheos comenzaron a resonar en el salón.

La atención se centraba en las Birdwhistle y Windside huyendo, Penny tuvo que pensar rápido en una manera de distraerlas a todas, con una seña indicó a los músicos que comenzaran a tocar, Penny se apresuró a abrir la pista de baile con su madre y su tía, poco a poco el resto se les unió.

- Prim.- Dhalia llamó a su hermana.

Prim inhaló con pesadez, podían burlarse de ella, de su personalidad, su apariencia, lo que quisieran, pero nunca mencionar el delicado estado de salud de Dhalia, para despejar la mente, Prim salió del salón, Ada era curiosa y estaba decidida a seguir a Prim, pero la pequeña Augusta se interpuso y la jaló a la pista de baile, tal vez luego podría ver como estaba Prim.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora