Singular

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Al día siguiente de la Gala, más que dicha, había incertidumbre, incluso temor, algunos rumores habían nacido, las palabras "Guerra" y "Plan" se escuchaban seguido, pero en realidad nadie se sentía en paz.

Prim miraba a su hermano desde muy temprano paseandose por la casa, ni siquiera se había quitado la ropa de la noche anterior y su padre se había encerrado en su oficina desde su llegada, la rubia sabía que algo estaba mal, trató por un rato esperar a que alguno de los dos dijera algo al respecto, pero simplemente no podía, no estaba en su naturaleza.

Cazó la ruta de ansiedad de Hugh, y cuando estuvo cerca de ella, lo acorraló.

- Habla ahora o me volverás loca- exigió la rubia.

- Imposible que enloquezcas más, Primrose-

- ¡HUGH!-

- Newt te lo explicará- dijo Hugh esperando que Prim lo dejará ir, pero la chica se mostró más confundida.

- ¿Qué tiene que ver Newt con esto?-

- Ya te lo dirá él-

Prim pensaba seguir insistiendo pero fueron interrumpidos por un sirviente que les informó de un visitante.

- Lord Leonhart está en la puerta, desea hablar con Lady Primrose.- informó, los hermanos intercambiaron miradas interrogantes, pero Prim ya no temía a su encuentro, es más, entre más rápido dejara claro que pronto aceptaría una propuesta de Newt, mejor sería.

- Yo lo atenderé, gracias Sussie.- concluyó Prim marchándose con un suspiro.

En la puerta, Ed esperaba, al igual que todos los que estuvieron en la reunión con Penny, Edmond no había podido dormir un solo minuto, iría a la guerra, en un mes, junto con casi todo hombre de Isveria, esta vez, su visita sería clara, no había certeza de que volvería con vida, por lo que Primrose sería su esposa en cuestión de días.

- Lady Primrose- saludó Ed, Prim le respondió el saludo.

- Ed- la chica esperó que Leonhart hablara.

- ¿Podríamos dar un paseo?- sugirió Ed.

- No lo creo- se negó la chica.

- ¿Me permites unos minutos?-

Prim le permitió entrar y lo guió hasta la sala de estar, con un ademán pidió a un sirviente que llevara té.

- ¿Qué haces aquí Ed?- Prim fue al grano, y como ella, Edmond tampoco perdió el tiempo.

- Cásate conmigo esta semana Primrose.- Prim sintió el terror de la primera vez que Ed le propuso matrimonio.

- No, ya hablamos de esto, Ed...- comenzó Prim, pero el chico la interrumpió.

- ¡No!, Prim, ya no tenemos tiempo, no puedo esperar como te lo prometí, tenemos que hacerlo ya.- insistió Ed, la angustia en su voz alertó a la chica, Hugh se había ido a su habitación a cambiarse de ropa, pero se había apresurado para acompañar a Prim, al fin y al cabo había sentenciado a Ed que no volviera a su casa a pedir tiempo a solas con su hermana.

- ¿Por qué?, ¡¿Ed, qué ocurre con todos ustedes?!- cuestionó Prim poniendose de pie.

- ¡Iremos a la Guerra con Miderya en un mes!, ¡TODOS!, ¡Incluso el estúpido de Newt Crawford que propuso este idiótico plan suicida!- confesó Ed sin pensar y sin filtro, al mismo tiempo que Hugh estaba entrando a la habitación.

El hermano Birdwhistle se detuvo en seco y posó su mirada preocupada sobre el gesto horrorizado de Prim.

La chica miró a su hermano buscando algún gesto que le indicara que lo que Ed decía era mentira, pero la tristeza en los ojos de Hugh le decían lo contrario.

- Leonhart, debes irte- ordenó Hugh.

- Primrose- llamó Ed en busca de una respuesta.

- Mi respuesta sigue siendo "no", Ed, me he comprometido... con el estúpido de Newt Crawford- dijo Prim con voz temblorosa.

Enmudecido de sorpresa e ira, Ed apretó los puños y se marchó, dejando a los hermanos solos.

- ¿Hugh?- cuestionó Prim.

Hugh no encontraba la manera de aligerar la noticia.

- Deja que él te explique- sugirió el chico.

- ¿Todos?- preguntó Prim ya no sólo temiendo por Newt, sino que asimilando que Hugh también se iría.

El chico asintió.

- ¿Maddie?-

- Justo iré a hablar con ella, tan pronto vea a Crawford llegar para hacer su parte.-

Prim volvió a sentarse en el sillón, sabía que Hugh no le hablaría más del tema, y definitivamente quería escucharlo de Newt.

Del lado de los Crawford, desde el discurso de su padre en el carruaje, nadie se volvió a dirigir la palabra, volvieron a casa y se quedaron cada quien en su habitación u oficina en busca de reflexión interna.

Fue muy temprano por la mañana cuando los hermanos coincidieron en la biblioteca.

Niel parecía no haber salido de ahí, y se rodeaba de libros de estrategia y geografía de Isveria y Miderya, Newt entró con algo de sospecha.

- Es muy temprano para verte aquí... en realidad, no es muy Niel verte aquí- se burló Newt con voz apagada, no lo entendían muy bien, pero su dinámica fraternal era diferente, más incómoda, pero menos bélica.

Niel solo levantó la mirada, se veía exhausto y frustrado.

- Si tan solo pudiera entender cada palabra de lo que veo aquí, no sé como lo hacen, padre y tú- suspiró Niel.

- No ocupas entenderlo, concentrate en seguir el plan y hacerlo bien, yo me encargo de lo demás, ya escuchaste a padre.- dijo Newt, pero Niel golpeó la mesa con la palma de su mano con fastidio.

- ¡No quiero que tú "te encargues de lo demás"!, ¡No quiero ir contra Miderya dependiendo de tí!- dijo Niel molesto, Newt tampoco había dormido y en ese momento le parecía más urgente hablar con Prim que discutir contra el orgullo de Niel.

- Niel, me importa una mierda si quieres o no ir a la guerra conmigo, no es un baile, no es algo social, no me importa si me hablas o no, tú haz tu trabajo y yo hago el mío, es todo- dijo Newt dando media vuelta para irse.

- ¡Es que si yo supiera hacer lo que tú haces, tú no tendrías que ir y no tendrías un pie en la tumba!- confesó Niel, Newt se detuvo y se giró a su hermano notando cuerta angustia en la voz de Niel.

Niel vaciló un momento.

- Soy tu hermano mayor, se supone que yo debo cuidarte, soy militar y me entrené toda mi vida para asegurar que en una situación como esta tú estés a salvo, con mamá, y si yo falto, tú te quedes con ella, pero ahora tú irás, eso significa que fallé, no estás a salvo y mamá estará sola.- admitió Niel, Newt notó la sincera vulnerabilidad de su hermano, tal vez, toda la vida había sido un constante enfrentamiento entre los hermanos, pero en realidad, ahora los dos lo veían claro, eran solo juegos infantiles, más allá de la competencia por quien era más popular, quien se quedaba con la chica, tal como su padre había dicho, Crawford era en singular.

- Entonces, asegúrate de que esté a salvo, allá, y si yo no vuelvo, tú hazlo, para que mamá no esté sola, yo haré lo mismo.- dijo Newt recobrando la serenidad con una media sonrisa sincera.

Por el beso de una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora